El viento ha cambiado

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Eso era un aviso, pero pronto tendremos que ir allí, nosotros mismos, y darle muerte a FairTail, por ella.

Las mantas me dan el calor que se fue con Lyria.

- Alice.- Dice alguien desenterrandome de mi fortaleza de mantas.- ¿Podemos hablar?

De mi no obtiene respuesta, Pith tiene paciencia, pero, al no obtener respuesta, insiste.

- Alice Hat, Respondeme.
- ¿Que?- Digo casi a susurros.
- Me preocupas.- Dice sujetando mi mano y besando su dorso.- Supongo que es duro, ¿sabias que Sherlot también ha muerto?
- No, lo siento.- Me siento fatal, porque mi dolor ha nublado el suyo, porque el dolor nos haya separado.

Pith frunce los labios.

- La echo de menos, Pith.
- Te echo de menos.- Dice Pith pasando la mano por mi frente. Se inclina sobre mi y me besa.

Entonces caigo en la cuenta del tiempo que llevo sin besarle. En el tiempo que llevo sin ver sus hermosos ojos.

Pith, Lyria...

Se acurrucan a mi lado, se tapa debajo de las mantas, noto el calor que desprende, es sofocante, pero increíblemente reconfortante.

- Hay una cena en honor a las víctimas.
- Asesinados, Pith, Asesinados.- Le rebato. Pero, tiene razón.

A la final de la tarde me saca de la cama y me pide que me ponga la ropa de aquí, que me peinara y que saldría allí. Ella lo querría así.

- Al, tengo que darte algo.- Dice metiendo su mano en el bolsillo. Saca una cadena dorada y me la pone en la mano. - El collar de Lyria, me pidió que te lo entregara, fue algo así como su ultima voluntad. Te mereces ese colgante.
- No, no lo creo, me puse a salvo, podría haber ocupado mi lugar.
- Te parece poco haber salvado a Trudy, haber encontrado a Ben, sólo porque ella ya no está aquí.

Suena la lona y dirigimos la mirada. Veo a una chica vestida con la ropa de aquí. Y el pelo suelto.

- Pith, vete un segundo, quiero hablar con mi hermana.-Dice Queen.
- No hablar, el se queda.- Le digo a mi hermana negando que Pith abandone la estancia, y agarrándole de la mano por si pretende marcharse.
- Bien, sólo venía ha hacer una cosa, pero necesito que te sientes.- Me siento en la cama.-Cierra los ojos.

Hago caso a mi hermana y cierro los ojos. Noto como me toca el pelo, lo desenreda y lo recoge.

-Abrelos.

Al abrirlos veo un trozo de cristal de espejo roto, pero lo bastante grande para ver las trenzas azules a los lados.

Me echo a llorar, pero con una sonrisa en la cara.

- Hey, princesa.- Dice Pith sentándose en frente nuestro.
- No vuelvas a llamarme asi.- Digo riendo entre lágrimas.
- Esta bien. Todo está bien.

El pone los labios sobre los míos suavemente, y Queen gruñe algo que no escucho y se va.

A las ocho y media, todos empiezan a salir de las tiendas y se reúnen en el centro del campamento. Donde han dejado una caja de madera roja y vieja y encima un ramo de flores con una vela.

A su al rededor hay una mesas de madera con una banca alargada a cada lado.

Detrás de esto, hay dos filas de cajas sencillas de madera plagadas de rosas. Me dirijo primero a esa zona, y en primera fila, en el centro, pone un grabado en la caja, con letras simples, Lyria.

Me arrodillo ante ella. Lo que se llamaría presentar tus respetos, recuerdo hacerlo cuando el señor FairTail padre murió, sólo que el estaba en una caja de cristal y con un pasillo de rosas y gente triste por doquier, era un gran hombre.

Dejo caer una lágrima, y juro que será la última que soltaré hoy, lo juro ante ella.

- Gracias, pequeña.- Le digo.

No espero respuesta, ningún tonto lo haría.

Vuelvo al lado de Pith en la mesa más alejada de Lyria. Muchos de nuestros acompañantes son gente de la Academia, por ejemplo, una imagen de Watson llorosa. Sujeta entre sus manos y colgante, en el colgante hay una pipa. Veo que mira el que lleva el en el cuello y estalla en lágrimas, es el mismo. Era el colgante de Sherlot.

Por un segundo, me arrepiento de no haber llegado ha profundizar con ese niño, y ahora no está. Sólo un cadáver en una caja como uno más, lo que ha el le gustaba ser.

Me fijo en la mesa, un muchacho rubio y vestido de negro se sienta en la mesa y mira a Pith. Ellos se miran tristes. Por una vez reconozco la belleza de Pith en el, Shadow.

- Vaya, esta debe de ser tu chica, hermanito.
- No soy su chica.- Le digo.
- Vaya, es una lástima, el te ama y no le correspondes.
- Yo quiero a Pith, Shadow.- Le digo riéndome.
- ¿A si?- Dice Pith.
- Idiota.- Intento decir, pero una voz me interrumpe.

- Señoras y señores, tengo que comunicarles de que esto, no era sólo un homenaje a las víctimas, sino que después de esto partiremos hacia la academia, y mataremos a FairTail.

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