Vida De Cuento Literalmente.

Miedo sin lágrimas

Tengo que admitir que la comida era deliciosa, comimos carne de cordero que había cazado Perla, al parecer se había extraviado.

Era delicioso, y el agua que bebíamos corría por un riachuelo, y era fría y limpia como un cristal.

Pero cuando los cuencos están limpios, Herber y otro muchacho de perilla nos ayudan a subir por una escalera de madera que no aporta la mayor seguridad.

Por detrás mío sube Pith, la escalera de mano se tambalea. Me ciño a la barra y sigo subiendo con las tropas en la garganta.

Una vez que estamos todos arriba, un niño de apenas la edad de Watson me explica que ahora se enciende un fuego, se bendice en honor a nuestros antepasados y se emprende la marcha.

Cuando el fuego esta encendido se emprende una marcha organizada detrás de una bandera negra.

L Academia esta mas cerca de lo que pensaba. Desandamos los pasos que dimos hace un mes escaso, y veo las paredes de la fortaleza. Tan altos y grises.

Cuando llegamos a cierta altura, empezamos a correr sigilosamente hasta un agujero en el suelo, cuando es mi turno, me golpeó el hombro con la madera que crea una cuestión y caigo en el cemento de una sala, la biblioteca de la torre.

Veo que sigue estaño todo por los aires, los papeles de los libros donde descubrimos que Lyria es un objetivo, donde deja de ser una niña, y pasa a ser polvo.

Subimos las escaleras y cuando oyen nuestros pasos la puertas se abren y salen dos o tres personas en algunas, la gente que se quedó. Y entonces pienso en como ha transcurrido la vida aquí en el último mes.

Una chica rubia viene corriendo, tiene el pelo recogido en unas coletas larguísimas, y eso me trae por el camino de la amargura. Vagamente recuerdo su nombre, Zelia Rapson.

- No vayais, os lo suplico.
-¿Ha pasado algo?- Le pregunta Pith, que va en cabeza junto a Herber y yo.
- Por favor, se está llevando a cabo un castigo, no deberíais bajar.
-¿Todos los profesores están en el ajo?
- No, FairTail se ha vuelto loco. Nos tiene a todos sometidos. Nos tiene a pan y agua, no podemos salir de la habitación si no es para comer, si sales te castigan, te dan con una fusta, mira.- Dice la niña mostrando un delgado brazo con una herida que le cruza la parte baja del brazo oscuro.- ¿Que haréis cuando le encontréis?
- Matarle.- Dice Herber andando hacia la sala conjunta.

Alli, no hay el clásico bullicio de gente y sus charlas. Si no que sólo hay un chico con una chica en brazos. Cuando se acerca, veo que la muchacha esta desmayada, y el chico que la carga, es Prince.

- Prince, hermano.- Dice Pith susurrando y abrazándole con sonoros golpes en la espalda.
- ¿A dónde vas?
- A matar a ese desgraciado.- Dice Herber exasperado.- Sólo que ha este paso...

Emprendemos la marcha con Prince entre nuestras filas.

Bajamos las escaleras y en las puertas del comedor hay dos armaduras.

- Haz los honores.- Dice Herber. Mira hacia Perla

Perla saca de su cinturón dos dagas cortas. Las lanza contra las armaduras y están atraviesan sus pechos y se clavan en el metal con un sonido sordo y ambas caen al suelo sin rastro de sangre.

Abrimos la puertas y nadie, parece estar vacía.

Pero si en la tenue negrura te fijas, verás el filo de una espada.

Cuando las luces se encienden, veo a FairTail, o a la imagen de FairTail cubierta de sangre que sostiene una espada con actitud d locura.

- Atrás, desgraciados, os mataré. - Dice el hombre con aire agesivo.
-¿Y que? Tu mataste a mi familia, me separaste de mi hermano para luego devolverlo al limbo.
- Tu hermano incitó la revolución, Herber, no hice nada malo.
- Su cadaver apareció en el claro.-Añadió Perla.

Con la ira en los ojos de Herber. Corrió con el con un machete del largo de un antebrazo hacia el. Pero, silbando por el aire, una flecha encajó en su corazón y FairTail murió con un ruido seco en las baldosas el comedor, y con el, este Calvario.

Hecho la vista atrás y esperándome ver a alguno de los enormes guerreros de Herber, me encuentro con ese muchacho de doce años que me ha explicado lo del fuego. Tiene el pelo de rojo fuego. Y los ojos verdes, pero de un verde familiar. Entonces, me doy cuenta, el hermano de Lyria.

No sabía que si te quitan la parte humana esta fuera un chico, en el caso de Lyria así es.

El, baja el arco. Y mira el cadáver sin arrepentimiento.