mi iglesia no ofrece ningún perdón ↝ taekook

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"¿Irás a casa?"

JungKook levantó su mirada de su laptop, la pantalla llena de numerosas pestañas— visual studio, comando del sistema de windos, Google Chrome y un documento word abierto junto con archivos PDF de pasados proyectos de investigación que tenía abiertos por todas partes, haciéndolos caber en cualquier espacio posible para poder hacer referencia con ellos mientras escribía su propio estudio de investigación (algo sobre medir el tiempo dependiendo de los movimientos del sistema solar).

Jimin es pequeño, pero JungKook nunca había conocido a alguien con una sonrisa tan grande que hacía imposible no devolverla (en realidad, sí lo había hecho, pero el recuerdo en cuestión se trataba de una sonrisa rectangular extraña, y que era más infecciosa en otras áreas además de la misma sonrisa).

"Sí." Reclinándose en su silla giratoria, JungKook miró alrededor del laboratorio y notó que todos los otros internos se habían ido, y que su lugar de trabajo era la única parte teñida del brillo blanco y fluorescente de la lámpara de su escritorio. "Debería irme pronto."

"Iré a cenar con Yoongi, ¿quieres venir con nosotros?" Jimin ayudó a ordenar los documentos tirados en todo el escritorio de JungKook, y JungKook frotó su nuca con timidez, asintiendo. "Habíamos pensado en ir a comer fideos de frijol negro, y luego a un bar."

"¿Un bar?" las cejas de JungKook se levantaron con diversión mientras guardaba sus trabajos y escribía 'shutdown/I' en el comando de sistema de su laptop, un circulo de puntos girando por unos segundos antes de que la pantalla inmediatamente se tornara negra. "¿Es realmente una buena idea tener que despertarse para trabajar con resaca?"

Jimin le entregó una larga mirada, casi exasperada, para luego tomar la chaqueta de JungKook en sus brazos. "Pareces estar olvidando que hoy es Viernes."

JungKook solo bajó su cabeza, "ah."

"Así que, ¿cuál es el veredicto?"

"Si no les importa que esté haciendo de tercera rueda, estoy dentro."

"¡Genial! Ya le avisé a Yoongi que ordenara tres porciones, en realidad. Hubiese sido un terrible desperdicio que nos rechazaras."

De igual forma, Jimin también es una de las personas más impulsivas que JungKook había conocido.

Del otro lado del espectro, está el novio de Jimin (que recientemente se convirtió en su prometido), Yoongi, quien lucía como si se hubiese rendido a infundir entusiasmo a lo que sea que haga (a no ser que sea con un cierto Park Jimin) porque había visto todas las terribles cosas que este mundo tenía que ofrecer y su sueño de vida se había convertido en devolver la negatividad pero multiplicada al diez, al cien, o lo que sea.

Jimin saludó con su mano cuando llegaron a la tienda, y Yoongi levantó una mano al verlo desde la mesa en la que está, parándose con sus dos brazos abiertos casi como un habito (y lo es, en serio lo es), dejando a Jimin plegarse por si mismo contra su pecho.

JungKook no pudo evitar sentir un pequeño dolor en su pecho, entre sus costillas, cuando Yoongi dejó un pequeño beso en la frente de Jimin, devolviendo la afectuosa mirada del menor con una cariñosa sonrisa. Lucían tan felices y cómodos con la presencia del otro, y no había forma de negar que eran perfectos el uno para el otro. JungKook está feliz por ellos, muy feliz por ellos, pero también está celoso (porque hubo una vez, hace mucho tiempo, en que estuvo muy seguro de haber encontrado su propia felicidad, también.)

("¿Por qué crees que hay algunos tipos de amor que están clasificados como pecado?")