Me salgo de bañar y busco el peine para arreglar mi cabello, que, aunque lo lavé tres veces, pareciera que aún tengo sudor, tierra y sangre impregnados. Termino de cepillarme y tomo mis tenis, decidiendo que voy a ponermelos cuando este en la sala, o más bien haré que Luke lo haga por mí.
Bajo sin hacer ruido y puedo escuchar a Luke diciendo malas palabras porque se está quemando al preparar las palomitas. Avanzo hacía él, y lo abrazo por detrás, recargando mi mejilla en su espalda.
- ¡Al fin bajaste! - no voltea, pues sigue haciendo malabares con el traste donde está preparando nuestro no tan sano desayuno.
- Es que huele riquísimo, ¿Qué cosa haces que tus palomitas saben mejor que las que yo preparo? - me alejo un poco para que pueda mirarme, pero no lo suelto.
- Es un secreto familiar que lamentablemente, no estoy autorizado para decirte. Mi madre me mataría. - Guiña un ojo y después se enoje de hombros, decidido a que no va a decirme cuál es su secreto.
Me enfoco a cambiar de tema, porque en realidad no quiero saber, nada me hace tan feliz como ver a Luke parado frente a la estufa de mi cocina diciendo malas palabras mientras se quema por prepararme palomitas.
- Luke - le llamo y se tensa, porque supongo que sospecha hacía a donde va todo esto.
- Mmmm - suelta con voz ronca, casi haciendo que parezca más un gruñido.
- ¿Porqué nadie me dice nada acerca de Michael? ¿Tan grave es que piensan que no podré manejarlo? - Apaga la lumbre para darse la vuelta y mirarme, lo suelto y me alejo de él para que pueda voltearse por completo.
- No sé si sea yo quién deba decirte esto, Pame, espera a que Karen venga, me llamó y dijo que tenía que dejar arreglado algún asunto en el hospital y luego ella regresaría a explicarte todo - Levanta su mano y la coloca en mi mejilla.
- ¿Pero él se va a poner bien, verdad? - Luke me mira sin decir nada, después de unos segundos suspira.
- Eso espero, Pam, en verdad - Me acerca y deja un beso sobre mi cabeza, enredando sus dedos entre mi pelo con una mano, mientras que la otra sube y baja sobre mi espalda, lo cuál me tranquiliza. -Ven, vamos a ver la televisión, pon esa serie que tanto te gusta, la que es de niñas - lo abrazo una última vez y tomo un traste para poner ahí las palomitas.
Después de terminar de poner todas dentro, tomo la mano de Luke y nos guio al sillón.
Me siento y el sube hacía mi cuarto por una manta, cuando baja me mira y me la arroja en la cara.
- ¡Oye! ¿Eso porqué fue? - digo quitándome la cobija de mi cara.
- Distracción, si no lo hacía no me ibas a dejar palomitas - dice, tomando un puño que se lleva casi el medio bote.
Solo sonrío sin ganas y el lo hace también, pongo a reproducir la serie y me acuesto en el sillón, poniendo mis pies que aún siguen descalzos en las piernas de Luke.
Ninguno de los dos está viendo la televisión, Luke solo tiene la mano puesta en mi rodilla y yo tengo brazos y manos ocupadas agarrando en bote de palomitas, que sigue a la mitad pues ninguno de los dos lo ha tocado realmente.
El teléfono de Luke comienza a sonar con una canción de blink 182, tardo un poco en reconocerla pero posteriormente sé que es "Home Is Such A Lonely Place". Mira la pantalla de su celular y no contesta.
Antes de que tenga oportunidad para decir algo el celular suena de nuevo. Y esta vez, si contesta.
- ¿Qué pasa? - contesta y no puedo escuchar lo que la otra persona dice, lo cuál es raro porque siempre que Luke habla por teléfono y estamos juntos, él activa el altavoz.
- ¿Qué vas a hacer qué? No, no puedes venir hacía acá, Karen aún no ha venido - sonríe y mueve cuidadosamente mis piernas para levantarse. Hace señas dicendo que ahora vuelve y se va diciendo algo como "aún no está lista" y al momento asumí que hablaba de mi, pero no sabía aún con quién estaba al teléfono.
Después de unos minutos Luke entró de nuevo a la casa, está vez tenía el ceño fruncido y se venía mordiendo el aro de la perforación que tiene en los labios, lo hacía con tanta desesperación que por un momento pensé que se lo arrancaría.
- ¿Quién era? - pregunto, ya que él no ha dicho nada.
- Era mamá - no le creo, nada que dijera Liz lo haría tener la cara que ahora tiene.
- Extraño a Liz, hace mucho no viene para acá, necesito una dosis de su pizza casera - me sobo el estómago como si muriera de hambre.
- El trabajo la tiene muy ocupada, pero estoy seguro que ella también te extraña - se agacha para recoger mis zapatos - Ven, vamos a salir a dar una vuelta.
Dejo que Luke me ponga los zapatos y no digo nada, lo conozco bien y sé que está tenso, así como sé que mintió al decir que era Liz quién llamaba, luce demasiado enojado, tanto que está poniéndose rojo.
Termina de ponerme los zapatos y besa la comisura de mis labios, bajo la mirada y siento como sé me ponen coloradas las mejillas. No sé que relación llevamos Luke y yo, así como tampoco sé lo que sucede con mis sentimientos hacía Michael.
Al parecer Luke nota el color de mi cara y solo se ríe, me reí con él, pues no me sentía incómoda, solo era raro, pues llevábamos semanas con cosas sencillas como esas que al final demostraban mucho, pero tampoco teníamos una relación como tal, lo que era aún más raro es que ni Luke ni yo veíamos a otras personas. Y actuabamos más como amigos que como otra cosa.
Se levantó y me ayudó a ponerme de pie también, tomando mi mano y para entrelazarla con la suya después. Tomó su sudadera y me la dio para así ponermela, aunque en realidad no tenía frío, pero me gustaba el olor a Luke.
- Súbete, vamos a ese árbol raro que amas - se puso frente a mi para que pudiera subirme en él.
- Luke, eres altísimo, ni aunque saltara desde un trampolín podría subirme a tu espalda.
-Eres exageradísima, sube al sillón, tonta.
Hice caso a lo que me dijo y subí, para después de un pequeño salto, estar sobre su espalda.
Cuando Luke estaba apunto de cerrar la puerta, escuchamos como un carro estacionaba frente a nosotros de una manera muy brusca. No me sorprende nada cuando veo a Emily bajar de este.
- Luke - grita.
Instintivamente Luke toma una posición defensiva justo enfrente de mi.
- Emily, déjala - suelta de pronto, y yo solo veo a ambos, sin saber que decir.
-Ella ya no es una niña Luke, deja de protegerla como cuando tenían 10.
Salgo detrás de Luke para enfrentar de una vez por todas a la molesta de Emily, que arruinó lo bien que estabamos Luke y yo en ese momento.
- ¿Cuál es tú problema, Emily? - le pregunto, porque realmente no lo sé.
- Michael está en coma, Pamela, ese es el maldito problema.
Luke me mira y trata de sostenerme, pero no puede, así que ambos estamos en el piso, el tratando de abrazarme y yo solo llorando. Susurra palabras de aliento mientras que Emily nos mira, tiene rimel regado debajo de los ojos y yo apenas me dí cuenta.
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REGRESA A CASA | M.C
FanfictionAbre los ojos, por favor abre los ojos y mírame, déjame ser por un momento el centro de tú atención, despierta.