Día 3.

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Despierto de golpe, tratando de silenciar la alarma, que el día de hoy decidió ser más molesta que de costumbre.

Abro solo un ojo, intentando reunir fuerzas para querer levantarme de la cama. Cuando finalmente lo logro, me doy cuenta de que aún tengo puesta la chaqueta de Michael.

Michael.

Los recuerdos vuelven a mi mente, haciendo que la cabeza me explote, la última vez que lo vi, eso fue lo último que le pude decir; Michael.

Sacudo la cabeza y me quito la prenda, para despues colgarla dentro de mi closet, me acerco a este y puedo escuchar ruido abajo, probablemente es Luke, quizá solo ha venido para que vayamos juntos al colegio, como siempre.

Lo que se me hace raro es que aún no ha subido a despertarme. Entonces caigo en cuenta de la dichosa pelea que Luke y yo tuvimos ayer.

Quisiera disculparme, pero realmente, no sé porque cosa lo estaría haciendo.

Me acerco un poco más a la estancia, para poder escuchar mejor, que es lo que mi madre y Luke están susurrando.

—No, Ruth, yo no creo que Pam deba ir a la escuela todavía, estoy seguro que Emily no va a perder la oportunidad de hacerla sentir peor de lo que ya se siente.—Puedo ver a Luke desde aquí pasando ambas manos por su cabello, despeinandolo y tratando de acomodarlo después.

—Lo sé, Luke, pero Pame no va bastante bien en ese asunto, tiene que recuperarse, no creo que pueda darse el lujo de tomarse días libres para analizar lo que pasa—duda por un momento que decir—lo que pasa con Michael.

Luke tapa su cara con ambas manos y se queda un momento así, después de unos cuantos segundos empieza a sollozar. Mi madre, incómoda, solo pasa una mano por la espalda de él y le susurra cosas acerca de que todo se va a mejorar.

Y creo que eso es lo que esperamos todos.

Debato entre si debo ir y abrazar a Luke o mejor esperar a que se tranquilice para poder hablar de las dos cosas ya que tenga la mente despejada.

Y cuando decido ir a abrazarlo ya es muy tarde.

—Me tengo que ir a el colegio, no te preocupes por las calificaciones de Pam, yo hablaré con los profesores y le traeré los trabajos todos los días, hasta que se sienta capaz de ir a la escuela.

— Muchas gracias Luke, estoy segura de que aprecia lo que haces por ella— Mi madre sonríe de manera muy honesta al decir eso. Luke solo lanza una sonrisa de lado.

— Por cierto, no le digas que he venido, por favor, no estamos del todo bien por ahora.

— No sabía que estuvieran saliendo, no de esa manera— dice mi madre mientras cruza los brazos.

Bien hecho Luke, ahora no voy a quitármela de encima en toda la semana. 

— ¿Qué te hace pensar eso?— sonríe — Los amigos también pelean, Ruth.

— Los amigos no hacen las cosas que tu haces y estás dispuesto a hacer por ella, Luke.

— Estoy seguro que ella o Michael harían lo mismo por mi, ahora tengo que irme, o llegaré tarde a clase— Abraza a mi madre y se aleja, poniéndose lentes de sol, a las 7:15 de la mañana.  

Espero a escuchar el carro alejándose antes de bajar y hablar con mi madre.

— Mamá, ¿Hablabas sola?— pregunto, tendiéndole una trampa, para ver en donde está su lealtad. 

— No.

Bueno, al menos sé que nos quiere a ambos por igual 

— Me subiré a cambiar para ir a la escuela.

— Pame, no creo que sea buena idea, no después de el arranque que tuviste ayer.

— Mamá, ¿De qué estás hablando? 

— No eres graciosa aparentando que no lo recuerdas, Pamela.

— De verdad que no sé de lo que me hablas.

No estaba bromeando y lo que menos quería ahora era pasar por más problemas.

— Ayer, cuando Luke te dejo en casa, subiste directo a tu habitación y después de unos momentos, se empezaron a escuchar ruidos en tu recamara, así que subí para ver que todo estuviera bien, pero no, te dio algo, como un ataque, empezaste a llorar y a gritar... 

— ¿Qué es lo que gritaba?

Mi madre me mira, como si ya lo supiera y de cierta manera, ahora es muy claro.

— Michael.

— ¿Sólo eso?

— No, gritabas también el nombre de Luke.  

— ¿Sólo sus nombres? ¿Sólo eso gritaba?

— No, pero no creo que debamos hablar de eso.

— Mamá por favor, ya tengo bastantes problemas, ¿Qué tanto se puede empeorar mi vida?

La expresión de su cara cambia de repente, de triste a preocupada.

— ¿Es así como te sientes?

— No, quiero decir, lo que pasa con Michael y además el tener que subir mis calificaciones... Se complicó por un momento y no sé hasta cuando va a dejar de ser así.

— Michael se pondrá bien, Pam.

— No sabemos mamá, pero por favor no quiero pensar en eso ahora.

Es verdad, no quiero hacerlo, pero por más que alejo el pensamiento de la noche en que sucedió, los recuerdos se vuelven más fuertes.

— ¿Me contarás lo que sucedió anoche?— le preguntó cuando me percato de que se ha quedado callada.

— ¿Estás segura de que eso es lo que quieres?

— Mamá, por favor.

Ella agacha la cabeza y me señala en dirección a la cocina, me dirijo ahí y me siento, que es probablemente lo que iba a decir después.

— Cuando vi que te pusiste mal y comenzabas a gritar el nombre de Luke, decidí que lo mejor sería llamarle, estabas llorando mucho y entré en pánico, entonces él vino y trató de tranquilizarte, después de que ya te habías calmado, baje para prepararte té y Luke ya se había ido y tú te habías quedado dormida.

— ¿El vino? ¿De verdad?

— Si... ¿Por qué lo dudas?

— No lo dudo, es solo que, quisiera recordarlo.

Mi madre solo sonríe y después se levanta, me acaricia el cabello y me da un beso en la frente.

El día pasó más lento de lo que me imaginé, sentía que ya habían pasado 7 horas y apenas eran las 9 de la mañana y lo que más me tenía de nervios era que yo quería hablar con Luke sobre lo que había pasado. Después de que tuvimos una especie de pelea unos minutos antes, él había regresado.

Decidí que le llamaría después de que saliera de clases, de verdad quería agradecerle y además preguntarle que fue lo que pasó, no sobre la parte donde comienzo a gritar y llorar, sino, la parte en la que se fue sin decir nada.


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⏰ Última actualización: Oct 22, 2016 ⏰

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REGRESA A CASA | M.CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora