N0TES ✧ YoonTae

T R E I N T A [2/2] [Final]

-¿Ah...?-

Para Taehyung se le estaba complicando analizar toda aquella situación que le tocaba vivir en estos segundos.

Se le había declarado.
Yoongi se le había declarado.
Min Yoongi, su hyung preferido.

¿Cómo era que se respiraba? Porque a el menor se le estaba complicando.

-Hyung...- murmuró atónito. Yoongi comenzaba a sentirse incómodo y perdía esperanzas, hasta que unos brazos se colaron por su cuello y sintió un peso contra el suyo.

Taehyung le estaba abrazando.
Ahora no podía dudar el no envolver sus brazos por la cintura del menor, acto que segundos o menos después hizo.

-Usted también me gusta, hyung.- dijo casi en un susurro que para la suerte del mayor pudo escuchar.

Consecuente a las palabras que dejaron los labios del menor estos se juntaron con los de Yoongi, dándose ambos un pequeño e inocente beso que no buscaba nada más que reflejar en pequeños segundos lo que no se atrevían a confesar en esos instantes, segundos en donde todo se esfumo por el instante que se transformo en su pequeño infinito. Uno donde solo podían estar ellos dos.

-Hyung, esas cosas no se hacen en público.- bajó su vista todo nervioso y sonrojado cuando se separaron.

-¿Quieres ir a comer algo? Si mal no recuerdo tu me debes un favor y muchas explicaciones, ¿cambiarte de instituto? Tu quieres que me dé un ataque.- dijo con exageración, llevando una mano a su pecho y respirando agitado que era a lo lejos fingido y muy notorio.

-No exagere. Pero aún así aceptaré porque tengo hambre.- rió y Yoongi sintió que habría valido la pena repetir todos estos días sin hablar con Taehyung, si nuevamente debería vivir un momento tan lindo y significativo al lado de aquel muchacho que poseía la sonrisa más particular y hermosa a los ojos de el hyung de TaeTae.

-¿Qué será de las notas que te mandé estos días?- preguntó.

-¿Me mandaste notas?- Yoongi asintió.

-Yo aún tengo todas las que tu me mandaste, y creo que las tendré durante mucho tiempo más. Porque todo lo que nos hizo conocernos y me hizo llegar a ti este año fueron notas... - besó la frente del contrario para pasar un brazo por sus hombros y comenzar a caminar juntos por el frente del establecimiento, prendiendo rumbo a un lugar donde almorzar juntos, que para ambos sin haberlo anunciado coincidían en el pensamiento de que era una cita, la primera cita que tendrían.

La primera de muchas.

Fin.