Rusio rico// LH, chilensis- TERMINADA/CORRIGIENDO

Cap 7: pelais

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[EDITADO]

—Te invito a mi carrete!—Me dice la zorris de laVicky entregándome una invitación.

—¿El Luke te dijo que me invitarai verdad?—Le pregunto con cara de poker.

—¡Ay no, na' que ver! Es que estaba reflexionando y me di cuenta de que debería llevarme bien con los amigos de MI pololo.

Me sonríe exageradamente.

Maraca de mierda.

—Pero...te caigo mal.

—¡Por eso po! Para que nos conozcamos. Ay, chaito me tengo que ir, mil besos mil besitos.

Dice y se va meneando el culo.

Pica' a cuica la hueona.

El Mike se acerca a mi y me pasa un brazo por los hombros.

—¿De que hablabai con tu mejora?

Le pego un codazo en la guata y el se queja.

—Me invitó a su carrete de cumpleaños, ¿Y a ti?

El asiente y camina conmigo hacía el kiosko.

—También, ¿Vámonos juntos con los otros culiaos?

—Ya po, juntémonos en tu casa a las ocho.

El asiente sonriendo y se va a comprar un lolly.

Uy mike te gusta el lolly.

Pienso y me río sola por mi ocurrencia.

—¿De que te ríes?—Dice una voz a mis espaldas asustándome un poco.

Me volteo y veo al Calum.

—Oh, solo eres tú.—Suspiro llevándome una mano al pecho.

Ríe y se acerca peligrosamente a mi acercándome aún mas a el por la cintura.

Que chucha tai haciendo.

Acerca sus labios a los mios y me da un kiss.

Juro que intente poner resistencia pero es que da los medios besos hueon.

Me separo y coloco las manos en su pecho.

—¿Qué haces?—Le pregunto y miro hacia los lados algo preocupada por quien nos haya visto.

—Ay vamos, ya todos lo saben, que más da.—Se encoge de hombros y me da otro beso.

Tengo que confesar algo, pero no me digan que soy maraca...No siento nada por el Calum, solo me lo como porque le tengo ganas.

MARACAAA.

Callate voh.

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Entramos a la casa de la Vicky que esta plagada de pipol y los cuatro nos metemos entre la gente para llegar a un lugar un poco mas tranquilo.

—¿Queri algo pa' tomar?—Me pregunta el Calum quitando su mano de mi cintura.

—Una coca-cola noma.

El asiente y se va a donde están esas hueas.

Los tres nos tiramos al sofa a nuestras espaldas y vemos a la gente bailando.

—¡TA PASAO A ALA!

Dice fuerte el Mike para que se escuche sobre la música.

—¡ERI VOH!