— Acompáñame.— Musitó sin mirarme a los ojos.
Seguía tomando mi mano, y me arrastró fuera de su habitación y después fuera de la casa sin que nadie se diera cuenta, seguimos caminando por el bosque que rodeaba la mansión, me empezaban a dolor los pies, sin embargo no me queje, sentía la necesidad de seguir a Azusa a donde sea que el me pida. Seguimos hasta llegar a un pequeño prado de flores, moradas, amarillas, blancas, grandes, pequeña, aún que lo que las hacía ver más hermosas era la tenue luz del crepúsculo.
— Que bonito.— Sonreí mirando alrededor.
— ¿De verdad... Te gusta?.— Se acercó a mí hasta quedar de frente. El era muy alto.
— Me encanta.— Lo mire a los ojos con la sonrisa aún sobre mi rostro.
— Yo, no te ... obsequie ....nada.— Bajo la mirada.— Quiero... Que este... Sea mi regalo para ti.— Me tomo de los hombros y repentinamente me beso. Azusa me había besado, sus labios son dulces como el azúcar, y suaves como la seda. Se separó de mi cortando nuestro beso, y eso me hizo sentir vacía.— Te amo... Ruki me dio un libro... Jamas pensé que lo que sentía por ti... Es amar a ... Alguien. Yo... Te amo... _______.
— Azusa.— Parpadee un par de veces para disminuir las lagrimas que se asomaban en mis ojos. Que magnífico regalo.— También te amo.— Sonreí única y especialmente para el.
— Prometo... Hacerte feliz... Para toda la eternidad.— Azusa dedico una pequeña sonrisa que reflejaba calidez, y lo hacia ver realmente atractivo.
— Ya me haces feliz.— Lo abrace fuerte, el se sorprendió, pero me abrazo con la misma intensidad.
— No pensé que... Se podía ser tan feliz — Sus ojos podrán parecer inexpresivos, sin embargo al conocerlo tan bien podía ver con claridad que brillaban con alegría.
— Igual yo. Gracias por todo.— Escondí mi cara en su cuello; su perfume es tan dulce, huele extremadamente bien.
— ¿Sabes... Por que... Te rescatamos?.— Dijo sin previo aviso, eso era algo que no me esperaba, aun que siempre me lo pregunte.
— No tengo idea. — Musite.
— Por que ... Todos vimos algo... Único en ti. Algo único... De ______. — Me miro a los ojos con cariño. — Nos uniste a todos ... Nos hiciste... Felices. No sabía que podía sentir... Tantas cosas. Gracias a ti... Se que no necesito mis... cuchillas para saber... Que estoy vivo.
— Azusa... — Murmuré.
— ______. — Pronuncio mi nombre cálidamente.
— ¿Si, Azusa?.— Toque su mejilla.
— Tu me... Haces sentir vivo. — Me empujo hacia él y hizo que nuestros labios se juntaran delicadamente.
Torpes, y lentos movimientos, ambos éramos unos inexpertos, no obstante, eso era lo de menos, lo importante eran los sentimientos que se podían transmitir, amor puro, no dude ni un segundo más, deslice mis brazos detrás de su cuello y así profundizar el beso que comenzaba a hacerce cada vez más intenso paulatinamente.
— Tú me haces feliz. — Susurre sobre sus labios.
— Eres mi... Eva. — Sus palabras me dejaron estática. ¿Yo era su Eva?, Eso solo quería decir que estaríamos juntos para siempre.
Con el corazón acelerado me apresure a contestar.— Y tu mi Adán.
Una disculpa por dos cosas
Uno: el final cortó.
Dos: Tardar en publicar.Igualmente si quieren un oneshot de otro mukami, dejenlo en los comentarios, o de cualquier personaje de anime, y yo lo haré :3