7. Emparejamiento injusto

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La campana sonó indicando el final de un agitador día de clases, claro menos para nuestros cuatro protagonistas que la escuela les parecía algo tan simple como hacer un sandwich de jamón y queso. Se encontraron con sus hermanos en la salida y empezaron a platicar con ellos hasta que dos autos llegaron.

—Amm...ya nos tenemos que ir— dijo Raf —vamos a casa de unos amigos.

—Esta bien, pero vuelve pronto cerebrito— le dijo el mayor y junto con su gemelo le desordeno el cabello.

—Ve al máximo, primita.

—Lo mismo digo, Yuk.

—Cuídate Jack, te quiero.

—Yo igual te quiero, volveré temprano a casa.

Y así los tres se fueron con sus autobots dejando a sus hermanos con una mentirá necesaria para poder protegerlos...aunque de igual forma eso no iba a ser posible. Unos momentos después un auto rojo llego estacionándose y llamando la atención de los cuatro restantes.

—Chicos yo reconocería esa grandiosa pintura perfectamente encerada, es uno de los robots gigantes que me atraparon— susurro la peli tricolor.

—¿Pero qué estará haciendo aquí?— inquirio Terry.

—Ahh...tengo que ir con el chicos— respondió Laila bajando la mirada —el trato para que ustedes pudieran irse fue que sería la mascota del robot que me atrapo y le dije que volvería hoy saliendo de clases.

Laila caminó hasta el auto pero justo cuando iba a entrar Gerry la cargo evitándolo.

—¿En serio crees que te dejaríamos ir, enana?

—Oigan no tengo tiempo para esto— hablo Knock out desesperado.

—Ya me tengo que ir.

—De acuerdo— mencionó Yuki —vamos de una vez.

Dicho y hecho los tres restantes se subieron a Knock out dejando perpleja a la más pequeña. Acto seguido Laila reacciono y empezó a tratar de razonar con sus amigos.

—¿Están locos? Acepté ser su mascota para que ustedes estuvieran bien, de nada va a servir si ustedes regresan.

—Relájate Laila nosotros sabemos cuidarnos perfectamente. Recuérdame quien fue quien los cargó a ustedes tres ayer en la noche.

—Si Yuki se que eres muy fuerte pero ellos son probablemente 10 veces más grandes que cualquiera de nosotros. ¡No valdrá la pena lo que hice si van para arriesgarse!

—¿Siempre es así?— inquirió Knock Out.

—Nunca escucho la frase "Si no arriesgas no es vida"— contesto la japonesa a lo que él decepticon le dio la razón.

—Enana deja de quejarte y sube de una vez.

—Laila no tenemos intenciones de dejarte sola en esto— agregó Terry.

La menor solo se limitó a suspirar y a subirse con los demás en la parte trasera casi iban encimados pero la única que se atrevía a ir adelante era Yuki y Terry se lo impedía por su seguridad. El camino transcurría con un silencio incómodo, Knock Out no decía ninguna palabra y ellos tampoco se atrevían a romper aquel silencio tan incomodo. Cuando ya se encontraban en el desierto escucharon como ese robot hablaba diciendo que quería un "portal terrestre"; frente a ellos apareció un portal como el que habían visto la noche anterior de dónde salían varios de los robots gigantes. Al salir el robot cambio a su forma original y vieron como él mismo que parecía ser el líder de todos llegaba.

—Bien, trajiste a mi mascota tal como dije— mencionó Megatron al ver a Laila. Fue que se dio cuenta de la presencia de los otros tres humanos —¿qué hacen ellos aquí, Knock Out?

Transformers prime: Era decepticonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora