14. Malevola marioneta

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El maestro de ciencias se haya leyendo una revista mientras esperaba a que sus alumnos terminaran de realizar los respectivos experimentos que se le habían dado a cada equipo, los cuales estaban anotados en el pizarrón.

Para esa clase, que se daba en parejas, Gerry mezclaba varios químicos esperando que alguna combinación diera una reacción menos burbujeante. A su lado, Terry tomaba nota de todo.

Yuki dibujaba algo en una libreta al mismo tiempo que verificaba la temperatura de su solución homogénea. Entre borrones y nuevos trazos, dos manos limpiaban el escritorio de la basura del borrador; era Sierra, la compañera de la ojirosa.

En otra mesa casi hasta el fondo, Laila media en diferentes tubos de ensayo los componentes que necesitaban para terminar su experimento, se los entregó a Vince quien era su compañero en clase de ciencias.

A ninguna de las dos chicas les gustaban sus parejas, hubieran preferido trabajar juntas. Desgraciadamente, después de que Yuki dejara salir a las ranas y se comiera el almuerzo del profesor, este no vio correcto que la japonesa fuera premiada estando con quien ella eligiera como pareja de laboratorio. Así, la coloco con Sierra y Laila no tuvo más opción que estar con el tercer bully más temido de la preparatoria. Quien era el único sin pareja en la clase.

La campana sonó y todos empezaron a guardar sus cosas. Antes de que alguien pudiera irse, el maestro se levantó y pidió la atención de todos.

—De acuerdo, sé que todos están emocionados por que hoy es Halloween y seguro tienen muchas fiestas a las que asistir. Pero, por favor, sean responsables y no hagan demasiadas travesuras. Listo. Pásenla bien.

Dicho eso, todos salieron juntándose con sus amigos y dirigiéndose a la salida entre pláticas en las que acordaban que harían para esa noche. Y el grupo de mascotas decepticons no eran la excepción.

Los cuatro amigos caminaban hasta sus casilleros mientras comentaban sus planes para pasar el día festivo. Ese día no tenían que ir a la base, asi que podía estar tranquilos y celebrar sin ningún problema durante toda la noche -o hasta que tuvieran que regresar a sus casas-. Ahora, la única cosa que debía preocuparles, era ponerse de acuerdo en que ocuparían su día libre, lo cual no estaba resultado muy bien; Laila quería ir a pedir dulces, Gerry y Terry preferían ir a una fiesta y Yuki esperaba ir a una competencia de disfraces.

Era un verdadero caos.

Una vez en sus casilleros, empezaron a guardar sus cosas y a recoger otras que necesitarían para esa noche.

— ¿Tienes los disfraces al menos? — inquirió Terry mientras se recargaba en una pared.

—Mi querido amigo, es una ofensa que creas que no los traigo— respondió Yuki haciendo una pose dramática antes de sacar de su casillero cuatro cajas blancas con moños de distintos colores. Le entrego una a cada quien y caminaron con dirección a la salida —. Sepan que hacer sus trajes no fue cosa fácil, pero tienen suerte de que yo me especializo en hacer magnifico lo imposible.

— ¿No te costó un poco más hacer mi ropa? —inquirió Laila a la par de levantaba un poco la tapa para ver su traje —Sé que te pedí algo difícil.

—Difícil, pero un lindo detalle— le guiño un ojo a su amiga y saco su teléfono para hacer una llamada —. ¿Y a quien dejaras manejar el juguete que te hice? ¿Shockwave? ¿Soundwave? ¿Don Mal Humor? ¿Starscream?

—Aún no lo sé. Pero espero que les guste.

Se detuvieron al pie de las escaleras y siguieron conversando para matar un poco el tiempo. Cuando sus hermanos llegaron, se despidieron y prometieron juntarse los siete para celebrar juntos.

Transformers prime: Era decepticonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora