¿A quién le pertenece el primer beso? - Capítulo V

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  ~Flashback~

  —Hiyori. . . —Tomó la mano de la chica, y unió sus labios a ella; mientras que la chica, desconcertada soltaba lágrimas tratando de recordar que era lo tan importante que estaba olvidando. 

Sentía que lo que hizo no fue correcto, que aquel beso le correspondía a alguien más. Se separó con inmediatez del chico y corrió hacia el balcón que yace en la carretera. Miró como los autos pasaban, desde esa gran altura. Las lágrimas se desvanecían a medida el paso del viento, cayendo al suelo. Quería correr, gritar; estaba desesperada. Lo único que deseaba en ese momento era recordad lo que estaba a punto de olvidar.

—¿Hiyori? —Escuchó una voz. La chica miró a ambos lados, esa voz se le hacía conocida. —¡Hiyori! —Escuchó su nombre otra vez. Observó a un chico de baja estatura, rubio y ojos color fuego. —Yat-

—¡YATO! —Pudo recordar al fin el nombre de aquel chico. Abrazó al pequeño; Yukine, si, Yukine era el nombre de el, su mejor amigo. Pero, desde aquel día, vivió con la carga, porque ella quería que su primer beso le perteneciera a el dios de los deseos, a Yato, su primer amor.

~Fin flashback~

Yukine jaló la manga de Hiyori, pues había observado la hora y ya había que entrar a la sala de cine.

Al volver, Yato los esperó con las entradas en mano. Los tres chicos se posicionaron en los asientos correspondientes; Yato a la izquierda, Yukine al medio, y Hiyori a la derecha.

Yato comía palomitas de maíz, al tiempo que las lanzaba a la pantalla y gritaba. —¡Que empiece la película! ¡Me aburro! —El chico no recibió más que un golpe en la cabeza por parte de Hiyori, sermoneandole. —Shh. . . Son promociones, idiota. En el cine no se grita. —

El Dios asintió. 

Lo que ya restaba era esperar.

...Pero Yato no podía esperar...

Sin más, la película comenzó. Las luces de la sala de cine se apagaron unos instantes, y al encenderse; se podía ver un título grande en la pantalla, que decía:
       》[ U L T R A M A M A N ]《

Los ojos de Yukine se posaron de inmediato en la pantalla, sin darse cuenta que seguía sacando palomitas de maiz de la caja cuando Yato las había acabado todas.

¿Yato? El ya no  estaba en el salón de cine. Hiyori se percató de esto; pero no quizo alarmar a Yukine, este era su día. Al verlo tan entretenido y entusiasmado, se levantó en silencio hacia una de las esquinas de la sala, dirigiendose a la salida.

El camino era largo, sin embargo divisó una luz al final del recorrido, que daba cuenta que estaba saliendo.

"Quizá ha ido a comprar más palomitas, ya que se las acabó..."
Pensó, mientras continuaba recorriendo los iluminados pasillos de todo el local.

Tienda de ropa, nada.
Patio de comida, nada.
Salón de juegos, nada.

¿Donde se podría encontrar aquel idiota en esos instantes?

Su preocupación aumentó con más frecuencia, corrió, miró hacia ambos lados, desesperada, sin saber que hacer.

Fue cuando entonces, su zapato casi la hace tropezar. Antes de caer al dichoso suelo, se hubo por dar cuenta ver a aquel idiota con una botella llena de monedas de ¥5 en un carrito con flores de todo tipo.
...Rosas azules, tulipanes, amapolas...
Sin duda, era una combinación de colores y aromas bastante agradable en un solo ramo de flores.

—¥25. —Dijo la voz del vendedor.

El idiota le entregó ¥25 que sacó de una botella.

—Suerte con tu novia~ —Le sonrió el vendedor de flores.

El idiota asintió algo sonrojado.

Más, Hiyori no pudo creer que aquel idiota; Yato, estaba comprando flores para su... ¿Novia? ¿Existía una niña más aparte de ella que le importase?

Tenía celos, bastantes celos. Celos que desaparecieron al instante.

La sorpresa de Yato fue encontrar a la chica detrás de él, observándolo.

Sonrió.

Se acercó a Hiyori, la chica alzó la mirada, observando la mirada cabisbaja y llena de verguenza por parte de Yato.

En un movimiento casi involuntario le recibió el ramo de flores
...Rosas azules, tulipanes, amapolas...
Sin duda, una perfecta combinación de colores y aromas.

El ramo se adornaba por un contorno de rosas azules, y el centro, un rosado y rojizo color entre los tulipanes y amapolas, sin duda, fue la mejor elección que pudo hacer Yato para la chica.

Se mantuvieron en silencio unos segundos más. Hasta que Yato rompió el silencio.

—Yo... lo siento por salir sin avisar.  —Tragó saliva, esperando no recibir un golpe. —Hace rato pasamos por aquí y no podía dejar de imaginar el poder regalarte estas flores, que en ti se ven muy lindas...~ —

Tomó un tulipán, y lo dejó en el cuero cabelludo de la chica.

Hiyori no aguantó más.

Se abalanzó sobre el, abrazandole, estaba emocionada, sonrojada.

La expresión de Yato ya se la podrán imaginar. Ninguno de los dos podía haber sentido algo así por alguien antes.

—Hiyori... —Dijo susurrando sin quitar la mirada de los ojos a la chica.

Estaban cerca, si, muy cerca.

Yato la abrazó de la cintura.

Hiyori lo rodeó con sus brazos por el cuello.

La chica cerró sus ojos... Yato correspondió a lo mismo...

No podían más del sonrojo, sus mejillas hervían notablemente.

Yato pegó su frente a la de ella, intentando querer decir algo, pero las palabras no salían para ninguno de los dos.

Hiyori se apegó más al cuerpo del contrario.

¿Que seguía?

Era una perfecta escena romántica. Enfrente del puesto de flores, mientras la gente pasaba por ahí sin darse cuenta de nada; mas bien, era como si estuvieran solos.

Hiyori tomó la iniciativa, así es, estiró sus labios.

Yató se acercó más al rostro de esta.

Solo un poco mas... El roce del viento hacía juego perfectamente, solo un pequeño empujón más y sus labios tendrían la primera unión.

Los dos cerraron los ojos, al mismo tiempo. El chico se acercó más. Sus dos locos corazones latían al mil sintiendo una adrenalina increíble.

Entonces, pasó.

Le dio un fuerte beso en los labios...

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.

Walking love♡~ [ YatoRi-Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora