El Diario de Evie Frye

ENTRADA 4

Tengo tantas cosas que contar que no sé ni por dónde empezar. ¡Hay triunfos y fracasos por igual!

Al parecer, el Fragmento del Edén que la señorita Thorne está buscando es en realidad un Sudario del Edén que los Asesinos recuperaron antes de abandonar Londres. De todas formas, sigue siendo un misterio para mí cuál es la función del Sudario y por qué la señorita Thorne lo busca.

Encontré una serie de direcciones que conducían hasta una bóveda secreta en la casa de Kenway. La casa fue propiedad de Edward Kenway, un maestro Asesino; y luego la heredó su hijo Haytham, un Gran Maestre templario [las cenas familiares tenían que ser de lo más entretenidas]. Después de los Kenway, la mansión dejó de formar parte de nuestra historia. O eso creíamos hasta ahora.

Me dirigí hasta ahí en compañía del señor Green y descubrimos que los templarios siguen haciendo uso de la casa. Parece evidente que la señorita Thorne la ha convertido en su centro de operaciones principal, ya que la vimos entrar mientras llegamos.

Decidí pasar a la acción de todas formas... evitando cualquier enfrentamiento directo siempre que fuera posible, claro. Finalmente encontramos la bóveda de Edward Kenway, un secreto que había permanecido oculto durante más de un siglo.

Por desgracia, el método que Edward Kenway utilizó para "camuflar" la bóveda era tocar un piano, y eso hizo que los guardias se percataran de nuestra presencia. Antes de huir, el señor Green y yo tuvimos un instante para mirar a nuestro alrededor y contemplar los tesoros que se encontraban en ella. Conseguí llevarme un trozo de papel y un disco metálico.

No parece gran cosa, lo sé. Sin embargo, ese trozo de papel cuenta la historia de los Asesinos de Londres antes de que fueran eliminados. Se mencionan varios pasadizos, muchos de los cuales podrían contener información muy valiosa sobre nuestra historia. Y, al parecer, el disco sirve para abrir una llave, un objeto precursor oculto en algún lugar de Londres.

[Me parece muy extraño el concepto de "abrir una llave". Me pregunto si será un intento de chiste por parte de Kenway. Después de lo del piano, no espero gran cosa de su sentido del humor.]

Vamos a tener que volver más adelante a la mansión de Kenway para encargarnos de los templarios definitivamente y reclamar el resto de los objetos que hay ahí.

Mientras tanto, la información que recuperé* me lleva a concluir que el disco es una pieza del monumento, así que voy a ir ahora mismo para averiguar qué secretos esconde.

Jacob acaba de llegar y parece decidido a acompañarme... aunque nadie lo invitó a venir.

*N. B. [Escribí eso sin pensar. Debería haber usado el plural, ya que el señor Green también estaba presente; solemos pasar mucho tiempo juntos últimamente].