Evie Frye "La Intrépida". Maestra Asesina de la Hermandad Británica, líder y fundadora de Los Rooks, fue escribiendo los sucesos que marcaban cada parte de su vida como Asesina. Fiel a su Hermandad, no paraba de buscar el Fragmento del Edén que tant...
Hoy me di cuenta de que no he puesto al día el progreso de mi búsqueda del Fragmento del Edén, y eso que han pasado muchas cosas desde la última vez.
Me dirigí al monumento con Jacob detrás. No dejó de hacer comentarios absurdos sobre mi relación con el señor Green, y sobre lo que opinaba papá.
Como si a Jacob le hubiese importado alguna vez lo que opinaba papá.
Las pistas que seguí me llevaron hasta la catedral de St. Paul, donde conseguí abrir una sala oculta en la parte superior de la cúpula. La sala estaba prácticamente vacía, solo había un pedestal en el cual se encontraba la llave de la que hablaba el manuscrito de Kenway. La inscripción decía: "Aegrescit medendo" (en latín: "el remedio es peor que la enfermedad").
Mientras reflexionaba sobre eso y sobre lo que podría significar, apareció la señorita Thorne.
La abordé y le pregunté sobre el Sudario y por qué iba en su búsqueda. Me reveló que el Sudario confiere la inmortalidad, pero me atacó antes de que pudiera sacarle más información.
Peleamos. Creí que la había derrotado, pero esa mujer no se rinde fácilmente. Subestimé su fuerza. En el último segundo forcejeamos y chocó contra una de las ventanas, que hizo añicos. Cayó, pero mientras caía me agarró la cadena del cuello, donde llevaba la llave. Tenía el cuello suspendido sobre el cristal dentado del alféizar; un minuto más y me habría atravesado... así que corté la cadena y la dejé caer.
Un segundo después miré por la ventana, pero ya no estaba. Y la llave tampoco.
Estoy intentando encontrar las palabras para expresar mi frustración, pero es un esfuerzo en vano.
Por ahora, el señor Green y yo estamos intentando averiguar qué es lo que abre la llave; tenemos la esperanza de descubrirlo antes que la señorita Thorne. Tiene una forma muy característica, y estamos convencidos de que encontraremos alguna referencia en uno de los catálogos de antigüedades de Henry.
Solo espero que la señorita Thorne, al igual que nosotros, aún siga buscando. No he tenido noticias de su paradero, ni siquiera por parte de Clara, y eso que sus chicos están al corriente de todo lo que sucede en Londres. A lo mejor está encerrada en su biblioteca, como nosotros.
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