Holis~
Bien, recordemos que PDV es Punto De Vista, ya sea de Eren, Levi, escritora, etc.
Nos leemos abajo!
*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+
PDV. Escritora.
Levi sonreía aún masajeando levemente su vientre,estaba emocionado. Había comenzado a hacer una lista, con los posibles nombres para el pequeño o pequeña creciendo dentro de él.
Hasta ahora, se había decidido por Ester, Juliett, Isabel o Kushel, en caso de que sea una niña.
Andrew, Leo, John o Fran, de ser un niño.
Con la sonrisa surcando su rostro, se inclinó a revisar el horno. Había metido las galletas hacía media hora, ya deberían estar listas. Tomó el guante de cocina, introdujo su mano en el y retiró la bandeja del horno.
La cocina se impregnó con el dulce aroma del chocolate y la vainilla. Las dejó en la mesada, cuando escuchó un ruido extraño en la entrada del departamento. Dejo el guante en la mesa, llendo en dirección a la puerta, identificando los sonidos, pequeño y agudos maullidos.
Abrió la puerta, encontrándose con una caja de cartón mediana, de la cual salía una esquina de lo que a su parecer, era una manta morada. Se agachó, con cuidado de su vientre un poco más abultado, y levantó una de las tapas de la caja. Aquello de partió el corazón, dos pequeños gatitos, llenos de pequeños cortes y enmarañados, como si no los hubiesen bañado en mucho tiempo, a pesar de su pequeño tamaño. Hecho una furia levantó la mirada, al no tener ningún indicio de alguna persona en el pasillo, tomo la caja y regresó dentro de su hogar.
_Si no cuidarán a los bebés, cuiden que la madre no los tenga. -Mascullo, sentándose en el sofá, sacando a los pequeños de la caja, estaban helados.-
Se le estrechó el corazón al ver como se pegaban a él,en busca de calor. Los dejó allí, y los cubrió con una manta limpia, que antes reposaba en el sofá. Había logrado que se calentaran un poco, también que dejasen de temblar. Fue a la cocina, por una lata de atún con un poco de leche tibia,en un recipiente para pintura limpio. Les dio de comer y revisó, aprovechando que los pequeños estaba distraídos.
Ambos eran negros, sólo que uno tenía rayas marrones y ojos verdes, mientras el otro tenía sus patitas blancas, a juego con la punta de su cola y orejas, con bellos ojos olivo. Sin embargo, su hermoso pelaje se manchaba con manchas de sangre seca y tierra.
Se mantuvo un rato allí, junto a los pequeños, haciéndoles mimos, con cuidado de no tocar sus heridas. Los dejó un momento, para dirigirse al baño. Una vez allí, calentó el agua de la tina, hasta que estuviera tibia. Luego, fue a buscar a los pequeños, primero fue el turno del pequeño con rayas marrones.
El gatito no se quejó, ni lo arañó, se dejo bañar en completa paz y tranquilidad. Al igual que el que poseía motitas blancas.
Ambos estaban limpios, habían recuperado una temperatura estable y jugaban con la alfombra de flecos, en la sala.
Mientras tanto, Levi fue por su celular, junto con la guía telefónica. Buscando un veterinario, encontró uno a unas calles de su edificio y con visitas a domicilio. Llamó, siendo atendido por una voz tranquila y grave.
_Buenas tardes, Paraíso de Mascotas, en que puedo ayudarle?
_Buenas tardes, necesito un veterinario que este a domicilio, por favor. -Pidió el pelinegro.-
_Por supuesto, le enviaré al mejor, podría darme su dirección? -Pregunto.-
_Edificio Wall Maria, tercer piso, departamento B -Contesto aliviado, se aseguraría de que los pequeño estuvieran bien.-
