Sentimientos.

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La hoja en blanco, vacía, sin nombre, me mira. Ella sabe de mi impotencia, sabe de mi indignación, sabe de mis tristezas y también conoce mis alegrías. Ella no me conoce con un solo sentimiento, ella conoce cada sentimiento variado que me inunda.

A veces nos miramos, con las miradas en blanco, porque las palabras no se forman, no vienen, no coordinan, no son suficientes.

Hoy, sin embargo, me mira y sonríe. Hoy sabe que tengo algo para decir. Pero ¿Cómo?

No sé qué sentimiento me inunda, no se cual se destaca entre todos. ¿Será la tristeza? Puede ser. ¿Será enojo? Es probable. Son todos juntos encerrados en un pequeño espacio.

Hay algo que me está molestando: No entiendo a la gente que da esperando recibir y que si no recibe empieza a repartir culpas, culpas que no existen. Si ese favor no vuelve, entra en catarsis, repitiendo siempre el mismo discurso.

Voy a decirles algo a esas personas que, quizás, hasta ahora no vieron por si mismos: la vida no es justa, para nadie, aunque quieras pensarlo así. La vida no tiene nada en tu contra.

Al menos sé que la mía no lo es, no es ni nunca va a serlo, hay que vivir con eso.

Querías silencio cómplice y te lo di. Querías que confiara, confié. Querías que te ayudaran, y lo intenté.

Pero ¿qué mas puedo hacer si te escondes? ¿Cómo ayudarte si corres? No voy a seguirte hasta cansarme, no me puedo hacer eso.

Te agradezco por todo lo que diste, las veces que escuchaste mis quejas, toda la ayuda que me ofreciste. Cada noche de sueño perdido. Cada risa que me sanó un poco más. Te agradezco por todo. Pero no puedo ayudarte si no me dejas ayudarte. No puedo correr en círculos hasta no poder más. Perdón pero la culpa no es mía, ni de otra persona, ni de la vida, no hay mas culpable que vos mismo, si querés culpar a alguien. Se aprende a vivir con eso o se trabaja duro hasta corregirlo, no ganamos nada simplemente llorando, culpando y dejar de intentarlo.

En lugar de preguntar "¿Por qué a mi?" Preguntate "¿Por qué no a mi, si no soy más que nadie?"

No sos especial, no sos mejor, no sos único.

Necesité que fueras huracán y pensaste que solo fuiste viento. Pero sos y fuiste ambas cosas.

Fuiste ese huracán que necesité y hoy sos ese viento que me refresca cada día. 

¿Por qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora