Cap 2

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Mientras caminábamos, Rubén empezó a explicarme algunas cosas de Los Mensajeros.
- ¿ Te gusta la mitología?
- Sí, sé bastante. ¿Por qué?-contesté.
-Verás, hay un montón de dioses, y te daré la noticia de que todos existen. Lo que pasa es que hemos creado nuevas cosas- frunció el ceño- y se necesitan dioses para esas categorías 'tecnológicas'. Ellos ya existían desde hace mucho tiempo y por eso se crearon Los Mensajeros. Nuestra misión es encontrarlos y despertarlos. Hasta entonces, habrá dos mensajeros por cada nuevo dios, y recibirán los poderes de este. Ven, para aquí. - dijo, y me llevó por una puerta que daba a un descampado. Nos sentamos en el suelo.
- ¿Por qué dos Mensajeros ? - pregunté. Eso significaba que había alguien más que veía lo mismo que yo.
-Porque si hubiera uno, este recibiría todo el poder del dios, así que ya no haría falta despertarlo. El problema con esto es que el Mensajero moriría sin despertar a su dios y esa categoría desaparecería del mundo. Con dos se reparte el poder. Hay otra razón, pero aún no es el momento de que la sepas. -tragó saliva y, antes de que yo pudiera hacer más preguntas, añadió - Mi hermana y yo somos Mensajeros de YouTube, una nueva categoría creada por el ser humano. Por ser una de las redes sociales más conocidas, YouTube tiene su propio dios y está separada del resto ( que también tienen dios, pero en conjunto) . Nuestro poder es editar. Editamos y modificamos la realidad, pero siempre partiendo de un objeto que exista previamente. Para demostrarlo, quería darte un regalo.
Acto seguido, abrió una caja al lado suyo y de ella salió un gato naranja y atigrado. Rubén sostuvo al gato entre sus manos , cerró los ojos y se concentró. El gato emoezó a maullar asustado, y poco a poco fue cambiando. Sus patas traseras se convirtieron en píxeles flotantes, y de su cabeza brotó una antena.
- Esta es Triwi, una gatita de un año que ahora será tu compañera y ayudante en las misiones.- Rubius sonrió - Es capaz de detectar enemigos en un radio de diez kilómetros, y te avisará de cualquier peligro. ¡ Saluda Triwi!
- ¡Hola! - dijo con una voz medio robótica. Empezó a dar vueltas a mi alrededor mientras flotaba y reía como una niña pequeña . - ¡ Wow! Esto de pensar y vivir es tan... ¡ divertido!

Después de agradecer a Rubén el regalo, cenamos y me fui a dormir. ¿Habéis tenido alguna vez pesadillas ? Pues esa noche tuve una. En ella había un señor con una especie de bata con un estampado de calaveras y espíritus. A su lado había un hombre de más o menos la edad de mi padre que me sonaba un montón. Seguramente lo había conocido de pequeña o algo así. Parecían muy preocupados y hablaban con un fantasma. Si, un fantasma. Era una chica de unos doce años con una boina verde y se podía ver a través de ella. El hombre de pelo negro dijo
"¡ Mierda ! ¡ Lo han despertado papá!" A lo que el de la bata contestó " Vale, cálmate hijo. Tenemos que avisar a los campamentos antes de que... "
No pudo acabar porque me desperté. No se por qué, pero ese sueño me daba la sensación de que algo malo iba a ocurrir. Mejor no preguntéis .
El día siguiente tocó mi primer entrenamiento y mi entrenador era * sonidos de tambor* ¡ una cabra! Bueno, más bien medio cabra. Un tipo alto, barbudo que de cintura para abajo tenía piernas de cabra. Se llamaba Hedge Junior. Sabía que en la mitología griega a eso se le llamaba sátiro. Había más Mensajeros en la sala y todos se fueron presentando. Los tipos de la tableta del día anterior se llamaban Paula y Alberto. La tal Paula me pareció que tenía mucho swagg. A su lado había una chica alta y de ojos azules que se llamaba Paloma . Su compañero, algo más bajo y de pelo negro , aseguró llamarse Bowen. La siguiente era yo, y ahí fue cuando me di cuenta de que todavía no había dicho mi nombre. A nadie. Sin embargo, nadie me había preguntado por él ni se habían percatado de ello. Recordé lo que me siempre me decía mi madre: "pase lo que pase, no digas tu nombre, hija. Es importante que no lo hagas". Me lo había repetido más veces de lo normal estas últimas semanas. Preferí confiar en ella.

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