22... 20.... 17.... Tic tac, tic tac... Cada vez quedan menos horas para volver a verte y estar contigo. La espera para volver a verte se me hace eterna pero vale la pena para ver tus ojos llenos de ilusión y tu sonrisa llena de felicidad, una felicidad muy pegadiza porque da igual si el día me a ido bien, mal o fatal que desde que te veo a lo lejos sonreír hasta que me duermo me alegras el día y la noche de tal forma que esas pesadillas nocturnas se convierten en un mundo en el que estamos solo tu y yo, un mundo en el que no nos pueden criticar, un mundo en el que podemos ser libres, un mundo a tu lado.