Nada que dar.

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No hay nada aquí para dar por sentado
con cada aliento que tomamos
las manos del tiempo tira de los jóvenes de nuestros cuerpos,
que se desvanecen,
recuerdos siguen,
con el paso del tiempo.

Hablando Con el Silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora