—¿Y tú?
Y te me quedaste mirando, ¿Qué pasó, acaso te parecí lindo?
Porque tu me pareciste hermosa.Y repetí lo que tu habías hecho, sonreí y moví la cabeza en señal negativa, eso pareció sacarte de tu ensoñación.
-—Oh, disculpa, ¿Yo qué?
—Y después yo soy el despistado, —no pude evitar reirme del gesto de vergüenza en tu cara—Te pregunté cuantos años tienes.— Aaaah, tengo 20.
¿Por qué seguiamos sonriendo como tontos?