La típica

13.

Recuerdo que mis manos temblaban, eran las 5 p.m. y todavía estaba sufriendo con la resaca.
Tras haberlo pensado mucho decidí marcar el número que guardé como:

Rosie, la chica de la fiesta

— ¿Si?— Al escuchar su voz al otro lado de la línea casi me desmayó.
— Hola Rosie, soy Tristán, el chico de la-la fiesta.

Juraba que me moría, además mi cabeza dolía.

–Oooh, claro, ¡Tris!, estaba esperando tu llamada. – Podía sentir el rubor en mi cara.

–Yo quería preguntarte si quieres, bueno pues, tú sabes, salir el viernes.