157. Merecer lo que se tiene (Pov. Donghae)

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- Leeteuk... - dudé- JungSoo, podemos hablar? Tienes tiempo?

- Donghae, que ocurre?

Eunhyuk se estaba duchando. Podia oír las incesantes gotas que caían sobre el marmol de la bañera. Incluso me imaginaba como esas pequeñas gotitas rebotaban sobre su blanquecina piel, sobre su huesuda espalda, y corrían a través de esta cayéndole.

Me había echado sobre el tatami pensando en lo que había sucedido. A caso no iba a crecer jamás? A caso siempre querría jugar como un niño? Depender de otros?
Siempre necesité un punto fuerte en el cual apoyarme. En su momento fue mi padre, y con la carencia de este, pasó a ser Leeteuk. Durante unos días, el fue mi padre, mi hermano, mi mejor amigo. Fue mi punto de apoyo y el regazo sobre el que llorar.

- Donghae?- repitió el líder- Estás bien? Os encontráis bien? Os ha pasado algo?- su tono era de severa preocupación.

- Si, si, estamos bien.

- Que ocurre?

- Como estáis?- le corté- os echamos de menos, aunque no lo creas.

- Lo creo- dijo sereno y cortante.

- Que estás haciendo, hyung?

- Donghae, corta el rollo, que ha pasado? Te has peleado con Eunhyuk?

- No, no es eso.

- Entonces?

- Creo que me pasa algo. A mi cuerpo, o...- dudé- a mi cabeza, no estoy seguro.

- Te encuentras mal? Se lo has dicho a Eunhyuk? O al ménager?

- No es malestar, es...

- Donghae, sea lo que sea, puedes confiar en mi, lo sabes.- contestó con serenidad, sin perder ese pequeño timbre de voz tan característico que nos hacia reír a todos.

No sabia como explicarle mis inseguridades. Con Eunhyuk era fácil, aunque con el compartía mas cosas que con nadie.

Aun podía recordar sus ojos a través del espejo puesto en los mios, sin perder el contacto visual. Sus tiernos besos en mi nuca, sus brazos alrededor de mi cintura. Su agitada pero a la vez sosegada respiración, caliente sobre mi piel.

No quería crecer, no quería madurar. No quería dejar de depender de Eunhyuk, de mi madre, de Leeteuk. No quería dejar de ser importante para ellos, perder ese "eso" que todos insistían en que era especial.

- Crees que alguien nos recordará cuando muramos?

- Claro que si Donghae. La vida es... - tosió- la vida es un camino de relaciones, conoces a unos, los dejas a tras y así sucesivamente. Pero para todas esas personas fuiste especial en su vida, de una manera u otra. Supongo que es una cualidad de las personas el recordar.

- Y si un día cambias? Y si a la gente le dejas de gustar?

- Donghae, seas como seas, nos gustaras a todos. Les gustaras a las fans, y le seguirás gustando a Eunhyuk. No te preocupes por eso, el te quiere. Te quiere de verdad.- dijo perdiendo la serenidad de su voz poco a poco- No se que te ocurre, pero deja de pensar en ello. No vale la pena comerse la cabeza por algo así, créeme.

- Leeteuk...

- Dime.

- Crees que la gente se merece lo que tiene? Crees que nosotros nos merecemos todo esto?

- Vosotros os merecéis muchísimo mas de lo que tenéis.

- Me refiero al grupo, a nuestra vida, a...

- Donghae- me cortó- Todo el mundo tiene lo que se merece. Recoges lo que siembras, ese es el refrán. Se bueno y la gente será buena contigo, y quien no lo sea, yo me encargare de el - rió- Donghae, nosotros no decidimos desaparecer, dejar de existir. Tu no te merecías perder a tu padre, y tu padre no merecía morir, pero la vida es muy injusta con muchos, y demasiado justa para otros que no la merecen. Pero todos recordamos a tu padre como un gran hombre que lucho hasta el final sin importar que, y al final eso es lo que importa. Lo que piense de ti la gente cuando ya no estés.

- Recuérdame mas a menudo por que eres nuestro líder - reí. Este rió también- Crees que debería madurar, o...

- Madurar en que sentido? creo que estás bien como estas, no se. Aunque creo que deberías empezar a no depender tanto de la gente. Es malo.

- A partir de ahora empezare a solucionar las cosas por mi mismo- admití.

- Así me gusta!- exclamó- y ahora, me voy a dormir, hoy he tenido un día que... buff- suspiró- ya os contaré. Buenas noches a los dos.

- Buenas noches hyung.

Leeteuk colgó el teléfono. Alcé la mirada y Eunhyuk estaba parado frente a la puerta del baño, con un albornoz de color ocre atado a la cintura.

- Con quien hablabas?

- Con Leeteuk.

- Está bien?- Pregunto este mientras se dirigía hasta la puerta Fusama que daba al patio interior, la abrió y se quedo parado ahí delante- Wow!- exclamó- Hae, ven a ver esto.

Rodé sobre mi mismo por el tatami hasta que de un salto me puse en pie y caminé descalzo hasta donde estaba mi chico.

La primera y ultima vez que abrimos la puerta para ver el patio interior aun era de día, por lo cual no se podía apreciar su esplendor con claridad.
El pequeño arrollo que corría por el jardín estaba iluminado con focos acuáticos dándole una tonalidad azulada lilácea. Había farolillos puestos desde el bambú dorado hasta el arce japones, formando una estrella sobre el jardín. El agua corría por el pequeño arrollo propulsada por un antiguo artilugio de madera, que cada vez que chocaba en el suelo, hacia un fuerte "clack" tranquilizador. Pero lo mas característico era el fuerte olor a Crisantemos. Las cigarras hacían muchísimo ruido, y el cielo estaba despejado y plegado de estrellas. Mire a Eunhyuk, y este estaba ensimismado mirando una pequeña ranita verde oscura que estaba sobre una hoja en el arrollo. La luz de los farolillos acentuaba sus facciones haciéndole mas rudo. El color azulado liliáceo del agua se camuflaba perfectamente bajo su mandíbula, haciéndola prominente y masculina. Agarre su mano distrayéndolo. Este miro nuestras manos entrelazadas y sonrió.

- Que ocurre?- dijo mostrando sus encías mientras zarandeaba de alante hacia a tras nuestras manos unidas.

- Nada, solo es que es muy bonito.

- Ven.

Eunhyuk estiro de mi hacia el. Agarró mi otra mano con la suya sobrante para acercarnos aun mas. Acaricio mis nudillos con las suaves yemas de sus dedos y me besó tímidamente en los labios.

- Jamas me cansaré de decirte que te quiero- susurró.

Solté sus manos y rodee su cuello con una mano, mientras que con la otra, comencé a sumergirla bajo el albornoz a la altura de su pecho. Eunhyuk me rodeó la cintura y me apretó contra el. Agache la mirada. Entonces el, ladeo ligeramente la cabeza para volver a besarme. Le correspondí mordiéndole el labio inferior, a lo que el lamió, y volvió a atacarme con un nuevo beso, esta vez sumergiendo nuestras lenguas en la boca del otro.

Entonces, una leve luz, un flash de una cámara, nos hizo parar de golpe.

Dreams Fulfilled (Parte 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora