Enamorado De La Suicida

Él No Es Malo

P.O.V Cáncer

Estaba mirando mi móvil hasta que me dio por mirar a ver que estaba haciendo Anna. Ella se estaba columpiado sola y había niños de su edad mirándola y riéndose de ella.

Me levanté y me dirigí hacia ella. Me senté en el otro columpio y ella me miró, sonrió y yo le devolví la sonrisa.

-Qué te parece si vamos a la tienda de juguetes y te compro algo.

Le dije para que no tuviera que aguantar a los niños de atrás suya y ella rápidamente asintió. Salimos de ese parque no sin antes ver a las madres regañando a sus hijos por burlarse de Anna.

Cuando llegamos Anna fue directamente a la sección de Barbies. Algo que odio mucho es el color rosa y las barbies pero todo por la pequeña Anna.

Vi como por un agujero de la caja tocaba el cabello de la muñeca, sonreía de oreja a oreja y miraba con atención la melena. Me arrodillé a su altura y ella me miró, no quitaba su sonrisa. Cogí con cuidado la caja de sus manos y la miré, valía 17 euros.

No pondría precio a su felicidad y antes de irnos de esa tienda cogí una caja donde había figuras de las tortugas ninjas, eso dibujos le encantaba a mi hermano.

Cuando salimos Anna estaba más que feliz. Volvimos al parque y ella se puso a jugar conmigo a un juego que se inventó ella. Luego nos cansamos y decidimos parar. Estabamos hablando y en ese momento salió el tema de Escorpio.

-Y cuéntame ¿Cómo es Escorpio contigo?

Le dije y ella sonrió.

-Es muy bueno y muy amable, cuando no entiendo algo me ayuda como el gran hermano que es. No se porque la gente dice que es muy malo, él no es malo.

¿Qué Escorpio no es malo? Ay Anna lo que te queda por vivir.

-Bueno, a lo mejor en la calle o en el instituto trata mal a la gente.

Le dije y ella negó rotundamente.
-Él me contó que cuando era pequeño le llamaban Palanca porque estaba gordo y podía abrir una puerta con sólo rozarla, como las palancas, ahora se mantiene en forma, es por eso que no tiene tantos amigos.

No conocía esa parte de Escorpio.

-Oh, bueno vamos a dejar de hablar que tenemos que irnos.

Luego de un rato caminando llegamos a su casa. Me abrió Escorpio, detrás de él salió Diana y se fue. No le di importancia, Anna me miraba muy contenta y me abrazó.

-Mira hermano, Cáncer me ha comprado una Barbie.

Dijo Anna enseñándole la caja, Escorpio la cogió, la miró y se la entregó de buena manera.

-Muy bonita.

Me despedí de Anna y me fui a mi casa, se me hizo de noche y me quedaba recorrer 1 kilómetro. La oscuridad se apoderó del cielo y las calles se llenaron de luces naranjas que alumbraban las aceras.

Pasé por un callejón para coger un atajo pero creo que fue la peor idea.

-Uy, mirad chicos a quien tenemos de compañía.

Dijo una voz muy familiar. Tres chicos se pusieron delante mía y por la luz que había arriba de mi cabeza pude ver que era nada más y nada menos que Capricornio, el hermano de Escorpio, junto con Tauro y Géminis.

Estaba bloqueada, no sabía que hacer. Con miedo retrocedí pero a los tres pasos choqué con algo. Miré a mis espaldas y ahí estaba Virgo y Sagitario, otros chicos que me hacían bullying.

Virgo me empujó haciendo que me cayera encima de un charco de barro. Se agachó a mi altura y con una mano apretó mis mejillas haciéndome daño. Me soltó y me pegó un guantazo. Capricornio me cogió del pelo bruscamente haciendo que subiera a su altura.

-Le dices esto a alguien y te la verás con todos perra.

Me dijo para luego tirarme otra vez en el charco de barro, entre todos empezaron a pegarme patadas en todo el cuerpo. Cuando terminaron escuché un "zorra" y luego me escupieron.

Me levanté lo más rápido que pude y me dirigí hacia la casa de mi madre. Por el camino, la gente que había me miraban con asco y susurraban cosas. Luego de una larga caminata llamé a la puerta de la gran casa de mi madre.

Me abrió Hoxton, el novio de mi madre, él es como si fuera mi padre de mi propia sangre pero por desgracia no fue así. Me abrazó sin importarle que estuviera toda sucia. Llamó a mi madre la cual se encontraba en la cocina.

-¡Cáncer!

Volvió a gritar Hoxton llamado a mi madre ya que no vino pero esta vez sí, salió con un paño en las manos, me miró y luego corrió a abrazarme. Yo lloré en su hombro.

-Pero hija, ¿que te ha pasado?

Me preguntó, yo solo negué con la cabeza.

-Bueno, ve a ducharte y luego me dices que pasó, en tu cuarto hay ropa nueva.

Me dijo y sin más subí al baño. Mi maleta la dejé en el hospital, debajo de la camilla de Aries, pero por suerte no se me olvidó el móvil ni las cuchillas. Saqué las cuchillas del bolsillo de la sudadera que por suerte no se cayeron.

Cogí una y con atención la miré. Esta cosa me metió en líos pero me hizo olvidar todo lo malo. Me remangué la manga de mi brazo izquierdo dejando ver mi antebrazo lleno de muchos cortes feos, acerqué a mis muñecas y la deslicé por la fina piel, no tardó mucho en salir sangre. Me quedé viendo como la sangre brotaba de mi muñeca, caía al lavabo dejando círculos rojos por todos lados de lavabo.

Luego de un rato, dejé la cuchilla en el lavabo, me desnudé y me metí en la ducha. Me di un baño relajarte de unos 20 minutos. Cuando terminé me encargué de no dejar rastro de sangre, como si se tratase de limpiar la escena de un crimen.

Enrollé una toalla por todo mi cuerpo y salí de allí. Entré en mi cuarto, lo visualicé y al parecer nada se ha movido desde que me fui este año. Me acerqué a mi armario y cogí un pijama que tapase dmis brazos y mis piernas.
Peiné mi pelo y bajé a la cocina donde estaba mi madre, Hoxton estaba en el otro baño. Cuando entré ella me entregó un sándwich pero lo tuve que rechazar.

-Hija come, eres puro esqueleto ¿En casa de Carl no comes?

Carl era el nombre de mi padre. Yo negué y ella con un poco de brusquedad dejó el plato en la mesa.

-¿Y como está Aries? Hoy no pude ir a verlo.

Me dijo pero yo me estaba quedando dormida. Mi madre al verme así me acompañó a mi cuarto y me hizo tumbarme en la cama. Era como así que no tardé mucho en dormir.

Continuará...