Boy In Luv © {Jungkook y tú}

Capítulo 7:'¿Estás bien?'

A mi móvil no le quedaba casi batería pues los videos de como cocinar comida coreana la estaban consumiendo.Al final, como ese fue mi primer día, hice ramen pues ya sabía prepararlo de haberlo visto tantas veces en la televisión.

Cené sentada en el sofá, viendo las series que hacían con subtitulos en inglés, no era lo más cómodo, pero por lo menos aprendería algo de coreano hacíendolo.

Mi prima me había regañado por haberme gastado mi propio dinero comprando comida y esas cosas, pero iba a estar un mes allí y no sería justo gastarme su dinero todos los días.No paraba de agradecerme el favor que le estaba haciendo, pues poca gente va a otro país para sustituir a alguien de tu familia en su trabajo.

Cuando terminé de recoger lo poco que había ensuciado, puse la alarma de mi teléfono a las 7, mientras se quedaba cargando, al lado del horario que me había dado, mi ahora jefe, Hyuk.Cansada en ese momento era poco, y cuando me puse el pijama, que tuve que ponerme incluso un pantalón largo, pues estaba refrescando, me tiré de plancha contra la cama y me tapé como pude.

A pesar de saber que cuando dormía en casas ajenas me costaba dormir, el sueño me pudo en ese momento.

...

A la mañana siguiente, después de ducharme con agua tibia y de tomar algo de lo que parecía ser café en un brick con unas galletas bastante buenas y crujientes, decidí elegirme un buen conjunto de ropa.Quería dar buena impresión en todos los aspectos, aparte que siempre me había gustado combinar la ropa e ir a la moda.

Unos vaqueros negros rotos por las rodillas y por algunas partes más, una camiseta de manga corta blanca  y unas converse del mismo color.Me cogí una pequeña mochila y metí mi cartera, una botella de agua pequeña, y una chaqueta de chandal por si refrescaba...eran principios de Agosto, pero Alex me dijo que el tiempo en Corea era muy inestable, y más en verano.

Me cepillé el cabello y me lo dejé suelto, me maquillé lo mínimo y me puse perfume, cosa de todas las mañanas.

Conecté mis auriculares al móvil y salí por la puerta con la mochila colgada de un hombro.

Mommae de Jay Park sonaba por los auriculares, y al pasar por la puerta de Juow recé para que no saliera y se cruzara conmigo.

No habíamos hablado desde el día anterior cuando se fue sin despedirse y sería muy incómodo volvérmelo a encontrar.Tenía 18 años y creí que ya era bastante mayor para ser independiente, sin tener ayuda de nadie, y buscarme la vida, no literalmente, en otro país.

Entré en el ascensor y pulsé el botón de la planta cero, y me puse a observarme en el espejo, el cual no me había fijado en él detalladamente.

-Hola.-la voz de la persona que no quería oir se quedaba encerrada en el ascensor.

Subí el volumen de la canción para no querer escucharle.Simplemente como una pequeña venganza.Por haberme tratado bastante distante cuando entramos en Big Hit e irse sin ni siquiera haberse despedido.

Intenté olvidarme de él por unos segundos mientras la voz angélica de Jay Park inundaba mis tímpanos.

Los dedos de Juow me tocaban el brazo derecho, mientras intentaba hablarme cuando no lo podía escuchar por la música.

Quité un auricular.

-¿Qué quieres?-pregunté exhaustada e irritada a la vez.

-¿Sigues enfadada?-cuestionó algo que era obvio.

-¿Estás de coña?-las puertas se abrieron justo cuando más quería escapar de esa situación.-Venga, por favor.-dije para zanjar la conversación.