Capítulo 13:'Mil demonios'

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Buuuenas!! He tardado tan poco en actualizar que hasta me siento orgullosa de mí misma xdxd

He recibido tantos mensajes de que actualizara cuanto antes que no he podido esperar más... Aquí tenéis otro capítulo. Espero que lo disfrutéis!!

Muchas gracias por estar ahí siempre a pesar de subir capítulos cada un milenio (oknoxd), también gracias por votar y comentar... No sabéis cómo con un simple detalle lo felices que podéis hacer a las personas... Saber que gasto mi tiempo para escribir valga la pena es lo mejor.

Espero leeros pronto otra vez! Besos! 💞

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Mi cuerpo se paralizó, mi voz también, las personas, el tiempo... Solo quedábamos mi mente y yo.

Cómo había reaccionado era lo de menos... Si mi estómago dolía hasta el punto de retorcerme de dolor también carecía de importancia.

Mi cerebro divagaba de aquí hacia allá, perdido, sin encontrarle sentido a la situación, ni al motivo.

Su voz me sacó de trance, incluso sin saber en verdad si quería escucharla.

-¿_____? -mi nombre pronunciado a través de su boca me provocó diferentes sensaciones que no había sentido antes. ¿Angustia? ¿Impresión? ¿Miedo? O puede que una mezcla de las tres. -_____, di algo, joder.

Mis ojos rechazaban totalmente encontrarse con los suyos, solo quería irme de ahí y no volver a entrar en esa sala nunca más. Lo pensaba y lo volvía a pensar y aunque me costara admitirlo... ¿estaba saliendo con un asesino?

-_____, estás blanca. Vamos, te acompaño a fuera. -la mano de Juow tocó mi hombro y este empezó a arder, me sobresalté. Instintivamente le quité la mano de encima mía y sin mirarle a los ojos, fui poco a poco dejando ese horrible lugar atrás. -_____... -volvió a pronunciar mi nombre y esas sensaciones retornaron a mí.

De pronto, sentí unas manos diferentes; más pequeñas que las anteriores. Una se posó en mi cintura y la otra en mi hombro. Me giré y pude ver la cara de Jungkook, muy preocupado. En la frente se le distinguía una pequeña arruga que sin saber por qué volvía a culpabilizarme.

Comenzó a hablarme y entre todas esas palabras coreanas solo pude entender la de baño. La mano que estaba apoyada en mi hombro se separó de él para señalar con su dedo índice un pasillo que se encontraba en la planta en la que estábamos.

Yo, todavía perdida, asentí con la cabeza sabiendo que con cualquier persona excepto Juow estaría segura. Comenzamos a caminar poco a poco mientras Jungkook todavía me seguía por detrás, pero, después de dar dos pasos, de manera inesperada sus manos fueron separadas bruscamente de mi cadera y hombro por Juow.

La situación y el ambiente se calentó. Juow me cogió de la cintura y me atrajo hacia él pero Jungkook no pareció dudar ni un instante y me cogió de la mano para llevarme otra vez con él. Este gesto me impactó pues supuse que se preocupaba por mí y tenía miedo de que me pasara algo si me quedaba con Juow. Aunque a mí me sorprendiera para mi vecino fue la gota que colmó el vaso. Jungkook, de forma protectora me colocó detrás de su espalda para evitar que yo saliera herida. A pesar de la diferencia de altura, pues Juow era bastante alto, a Jungkook no parecía importarle nada en absoluto.

La escena me parecía surrealista y en esos momentos empezaba a dudar si me encontraba en un sueño o no.

Juow, devolviéndome a la realidad, empezó a acusar al idol. Su voz desprendía ira, rabia e impotencia por todos lados y la discusión comenzaba a ser más fuerte. Desconocía lo que realmente decía pero prefería ahorrarme esa parte. El clímax de la situación llegó cuando Juow levantó el puño delante de la cara de Jungkook como forma de amenaza.

No sé cómo lo conseguí pero me armé de valor y me puse delante de él, cara a cara. Puse mi mano encima de su puño y mi mirada, después de tiempo, chocó con la suya. Mis ojos mostraban enfado, o eso pretendía yo. En el fondo estaba evitando las lágrimas pues esta situación me superaba pero no quería sobreponerme tan fácilmente. No quería mostrar debilidad a nadie ya que después la gente se aprovecha; eso había aprendido yo durante el tiempo.

Suspiré fuertemente, mentalizándome y decidí hacer frente a esa escena de una vez por todas.

-Juow, eres un imbécil. -ni siquiera intenté suavizar el ambiente. Solo quise que supiera que lo había estropeado todo y que nada cambiaría cómo se había comportado. -Jungkook no tiene nada que ver y no has tenido por qué meterle en esto. -su puño bajaba poco a poco hasta su sitio mientras mi mano bajaba con él. -Te odio, Juow. Te odio por no haberme contado nada de esto antes porque nos hubiéramos ahorrado todo esto.

Me dolía mil demonios soltar todo de golpe y más aún sabiendo que Juow estaba solo. Su situación y su forma de ser ha impedido que pudiera socializar durante gran parte de su vida y ahora estoy haciendo que la única persona, es decir yo, que había decidido entrar en su vida y darle una oportunidad le dejara de lado.

Sus ojos se perdían en los míos, débiles y frágiles, buscando dónde esconderse. Sabía que le había herido, le había dicho todo verdades y el dicho 'las verdades duelen' se ponía en acción.

-Yo... -hablé con un hilo de voz, y aunque hice un esfuerzo enorme, no lo pude evitar. -... lo siento.

Di por zanjada la conversación y me giré, retomando el camino hacia la salida. Jungkook, segundos después retomó lo que estaba haciendo antes y ayudándome a caminar salimos de allí.

Noté cómo entraba una bocanada de aire en mis pulmones y cómo por fin podía respirar.

Mi cuerpo volvía a ser el mismo y pude controlarlo de nuevo. Más consciente en ese momento, me dí cuenta de la situación en la que me encontraba.

Miré a Jungkook el cual no despegaba su mirada de mí, todavía preocupado. Le sonreí y como forma de respuesta puse mi mano encima de la suya la cual se encontaba en mi cintura.

Todo su cuerpo se tensó unos segundos pero no tardó en relajarse y devolverme la sonrisa. No me había dado cuenta de lo guapo y atractivo que era desde esa perspectiva.

Su mandíbula marcada, sus ojos rasgados pero grandes, labios bien finos, dientes blancos y rectos, pelo sedoso y su sonrisa preciosa no me dejaron indiferente.

La poca luz ténue que dejaba la sala que habíamos dejado atrás y las ventanas que decoraban la planta creaba un ambiente seductor, y odiaba admitirlo.

Apartó rápidamente su mirada avergonzado por el contacto visual tan cautivador que se había creado. Hice lo mismo por inercia y nos pusimos otra vez a caminar. Una vez llegamos al baño en un silencio bastante pesado, me soltó.

En esos momentos sentí un vacío inmenso, como si supiera que su presencia me reconfortaba como nunca nadie había hecho antes.

Entré en el baño y me mojé la cara, con el fin de refrescarme a mí y a mi mente.

Todo lo que había pasado había sucedido tan rápido que me entraban ganas de llorar. Como si fuera planeado, se me escapó un sollozo que intenté tapar con mi boca. Las gotas empezaban a caer por mi cara debido a la impotencia, sin que pudiera evitarlas y rápidamente las sequé con mi mano.

Salí de allí con la mente en blanco, y me sorprendió ver a Jungkook esperándome donde me había dejado.

Sonreí tontamente, sabiendo que ese chico me había sacado más sonrisas que nadie en tan poco tiempo.

-Gracias. -le agradecí en su lengua. Había sido tan comprensivo y amable conmigo que no sabía cómo compensarle de otra forma.

-No me las des. -se rascó la nuca, nervioso. Su inglés me sorprendió a pesar del acento coreano que no le abandonaba. -No quiero que a una chica como tú le pase nada malo.

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⏰ Última actualización: Aug 16, 2018 ⏰

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Boy In Luv © {Jungkook y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora