Maldito amor.

"Aceptamos el amor que creemos merecer"

Capítulo 9.

"Aceptamos el amor que creemos merecer"

"Aveces estamos con la persona correcta por las razones incorrectas, y aveces estamos con la persona incorrecta por las razones correctas".

-Hablado sola.

Llegue a mi casa después de la película y me propuse terminar "hablando sola", es un libro realmente hermoso, y me doy a la tarea de recomendárselos.

No podía dejar de mirar mi nuevo infinito. Peter me había regalado el anterior, y lo deje olvidado en el tazón de palomitas.

-Te odio. -reí.

-¿Por qué? -paso su mano por mis hombros y comenzamos a caminar.

-Es hermoso, me encanta, ¡y es enorme!

-Algunos infinitos... -lo interrumpí.

-Si, si, si, son más grandes que otros infinitos, jamás debí escribir esa frase en la caja de Mcdonals, ahora nunca lo superarás. -reí.-¿es de oro? -pregunte.

-Pero claro que lo es, lo mejor para mi mejor amiga.

-¿Qué? No, no, no, no puedo aceptarlo. -le quite el brazo de mi hombro y lo mire a los ojos, caminando de espaldas.

-¿Por qué? -se cruzó de brazos.

-Me diste una hamburguesa, te di una hamburguesa, me invitaste al cine y te debo una invitación al cine, ¿pero una cadena de oro? Tendré que comprarte Mcdonals para poder pagarte esto.

-¿Y quien dijo que me lo tenías que pagar, tonta?

-Pues, tenemos que estar a mano.

-Estas loca entonces, quiero que lo tengas, significa mucho para mi, además no gaste ni un centavo en el, fue un regalo, pero quiero que lo tengas.

-¿Entoces es una M de Mac, no se Melissa? -ahora soy yo quien cruza los brazos.

-Ya, quita esa cara y vallamos por palomitas. -Me dio la vuelta para caminar hacia el frente tomándome de los hombros, conduciéndome hasta la fila para comprar en el cine, la cual estaba vacía. -Buenas noches. -dijo sonriéndole a la empleada del cine. -Unas palomitas medianas, naturales por favor, y para mi... unos nachos.

-Tenemos una promoción, y los nachos incluyen hot dog, joven. -Mac me miro de reojo y después a la joven.

-No, gracias, sólo los nachos.

-Y una botella de agua. -añadí.

-Aquí tienen. -tomamos nuestras cosas y nos dispusimos a adentraremos en la sala.

-¿Por qué no aceptaste el hot dog? -esa jodida pregunta me estaba comiendo.

-Por que... no tenia antojo.

-¿Enserio? -detuve el paso y lo mire.

-¿Qué tanto me miras? -me dijo mientras se llevaba a la boca un par de nachos. -¿Te gusta lo que vez? -dijo con la boca llena y yo puse una cara de asco.

-¿Lo hiciste por mi? ¿Por qué soy vegetariana? -gruñí.

-Claro que no. -negó.

-Claro que si.

-Melissa, si no lo hubiera aceptado por que eres vegetariana, no habría pedido nachos con queso. -«dushe.»

Descruze mis brazos y síguenos caminando hasta la sala.

Al entrar a la sala nos sentamos juntos y esperamos a que la película empezaba, aún faltarían al menos unos 15 minutos.

-Mac...