Gracias a mi buen amigo, Seungkwan, junto a Minghao tuvimos que hacernos cargo de un calendario para nuestra clase.
-¿Dónde iremos? -preguntó Minghao a la salida.
-¿Quieres ir a mi casa? - respondí rascándome la nuca. Por alguna razón, invitar a Minghao a mi casa ya no se sentía de la misma forma que hace unos años.
-Ok - sonrió.
Caminamos todo el camino riéndonos y conversando, siempre me he sentido cómodo con él a mi lado. El problema inició al entrar a mi casa.
-¿Tus padres no están?- negué con la cabeza. En ese momento sentía que si hablaba, la voz iba a temblar.
-Siéntate, i... iré a buscar materiales. - asintió sonriendo, como siempre, y yo subí a mi habitación a buscar materiales. Aproveché de pasar al baño también, me mojé la cara y bajé mucho más tranquilo.
Dejé los materiales encima de la mesa.
-¿Quieres café? -
-Sí, por favor.- respondió tiernamente.
-¿Y pan? -
-¡Sí! -aplaudio alegre.
Me reí un rato y luego caminé a la cocina por la comida.
Cuando estaba todo listo, me senté a su lado. Minghao tomó el primer sorbo y suspiró.
-¡Está muy rico! Dulce dulce.- sonreí.
- Al igual que tú.-