Cuando me miras

Capitulo 3

Han pasado 3 meses y ya me adecue a todo, absolutamente. Hay un chico que me mira demasiado y esta vez no me molesta, yo le devuelvo las miradas pero ¿me creeran que es compañero de mi primo? Coincidencias hermosas ¿no? Bueno pero no puedo hacerme tantas ilusiones ya que va en tercero medio y mas que nada, no lo conozco.

Él es de tez blanca, su pelo es castaño y sus ojos reflejan aun esa inmadurez que me gusta de los hombres, aun tiene esa cara de niño inocente aunque no lo sea. Mi primo me ha estado molestando hace dos semanas diciendo que yo soy novia de Chris y comienzo a tener sospechas de que ambos hablan sobre mi pero me encanta pensar eso. Mañana comienza la ultima semana de clases antes de salir de vacaciones invernales ¡Por fin!

Mama me esta llamando, al parecer iremos a la casa de mi primo.

- Hija, vistete. Vamos a la casa de tu tia Lucia.

- ¡Claro!

Subi rapidamente las escaleras hasta mi dormitorio y tome mi falda negra y una blusa de lineas celestes y blancas que me amarro a la cintura dejando al descubierdo un pequeño lado de mi abdomen. Bajo con mi mochila puesta y nos vamos en el auto. Voy escuchando Young, wild and free de Snoop Dog, Wiz Khalifa y el hermoso Bruno Mars, ¡es totalmente hermoso ese hombre!

- ¿Ya llegamos? -pregunto mi hermana.

- Sip -dijo mi madre bajandose del auto

- Pero esta es la casa de mi abuelita -dije yo.

- Si, es que hubo cambio de planes pero si quieres puedes irte con tu primo a la casa de tu tia -la idea me parecio genial, pues a mi primo le han comprado la PS3- Mira justo esta ahi el Koke (le dicen asi porque cuando era pequeña yo no podia decir Jhosep y decia Kokep)

- ¡Koke! -grite

- ¡Amy! -sonrio- Que bueno que estas aqui ¿Quieres venir a mi casa?

- Si claro -nos fuimos caminando pues su casa queda a unas cuadras y de pronto me dijo.

- Sera una coincidencia, no se pero hay alguien en casa que te va a encantar conocer -quede pasmada.

- ¿Quien?

- ¡Sorpresa!

Seguimos caminando y yo solo iba pensando en quien mierda podria estar en su casa. Cuando llegamos, un extraño sentimiento de timidez me enfrio. Abrio la puerta y al entrar mire para todos lados, al fondo divise varias figuras masculinas en un sofa, la television encendida con un juego de futbol. Una de las personas que estaban alli se dio vuelta y me miro fijamente...

¡¡¡No puede ser!!!