Confesiones

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Confieso que no sé amar.

¿Podrás guardarme el secreto?

¿querrás mirar hacia dentro?

Cada vez que creo descifrar el amor

Vuelve a desvanecerse entre mis manos,

Se convierte en arena, se vuelve un extraño.


Pero no pienses que no he amado.

Lo he hecho, aún lo hago.

Es solo que mientras más me acerco

Me siento más desconcertado,

Más confundido, poco preparado.

¿puedes entenderme, a ti te ha pasado?


Confieso que tengo miedo.

¿Puedo compartirlo contigo?

¿Puedes tomar mi mano?

Es que las decepciones no tardan en llegar

Cada vez que decido proclamarlo.

Árbol cuidadosamente plantado, pero de fruto amargo.


No es que no haya amado.

Lo he hecho, aún lo hago.

A pesar del temor y aunque haya tropezado,

Sigo entretejiendo el largo hilo de los destinos cruzados.

Conservando la calma, tratando de no enredarlo,

Para darle forma, para no arruinarlo.


Confieso algo un poco más complicado.

Amiga mía, ¿podrás escucharlo?

¿entenderás que debo contarlo?

No quiero incomodarte, pero no puedo evitarlo.

La verdad invade mi pecho, los nudos se han desatado.

La lucha conmigo mismo ha terminado.


Verás, es que mis poemas llevan tu nombre,

Pues hablan de tu música y tus acordes.

De cómo estremece el calor de tu alma que quema,

Que es indomable, que de vida me llena.

De la inmensa belleza de tus ojos purgantes,

De que una mirada de ellos vale más que diamantes.


Palabras que pronuncian instantes,

Que susurran la esperanza de contigo encontrarse.

Versos reveladores de la realidad punzante,

Impacientes en sobremanera, buscando mostrarse.

Contando que te pienso entre cada suspiro,

Qué con denuedo me esmero en estar a tu alcance.


Confieso también algo más indiscreto.

Cada vez que me hablas, sueño con robar tus besos,

Con permanecer en tu boca sintiéndome perplejo,

Y acariciar tus cabellos cubiertos de noche,

Manteniendo los ojos mirando hacia adentro,

Buscando leerte en la profundidad del momento.


Tú me llenas, me tienes encantado.

Me mostraste el camino al fervor de tus abrazos,

Apoderándote inconscientemente de mis penas y entusiasmos.

Ahora te pienso sin descanso, sin reparo,

Aun sabiéndote lejana, para mí demasiado,

Me atrevo a decirte cuanto te amo.


Confieso que temo perderte.

Sé de esto lo arriesgado.

Tu amistad es valiosa, pero yo te amo.

Y quiero tenerte toda, sin pretextos, sin reclamos.

Quiero hacerte feliz y colmar tus deseos,

Y ver en tu mirada el reflejo de lo que te he revelado.


No, no es que no haya amado.

Lo he hecho, aún lo hago.

Pero esta vez es diferente,

Contigo todo ha cambiado.

¿compartirás lo que vivo? ¿permanecerás a mi lado?

Sí, no se amar, pero confieso, que yo te amo.

Encuentros: Poemas tras las huellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora