Capítulo 1: "El renacer"

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Renacemos cada vez que lo necesitamos, estamos en una constante renovación de lo que nos hace mal. A veces ganamos, nos levantamos y seguimos luchando, otras sólo nos quedamos en el suelo devastados viendo nuestro perdido esfuerzo. Pero sea lo que pase, siempre debemos estar en una constante renovación, para así algún día renacer de las cenizas como lo hace el ave fénix.

****

Estoy en la biblioteca buscando un libro de Transformaciones para estar lista para la clase de mañana. Paso mi dedo por cada uno de los libros mirando su titulo, cuando alguien quita un libro del otro lado y hace caer mi mano. Sólo veo una ropa negra, este se agacha y al ver su cara sonrío.

—Hola—lo saludé—¿Qué haces aquí?—Severus sonrió lo cual le provoco dos hoyuelos, muy hermosos a decir verdad.

—Solamente pasaba a saludarte—respondió.

—No se supone que tienes pociones con los de Slytherin—Hermione empezó a caminar al otro lado de la estantería, Severus la seguía como si ella fuera un imán.

—Tiene razón señorita Granger, pero todavía me quedan quince minutos para apreciar a mi amada—Hermione sonrió, ya habían llegado al final de la estantería cuando Severus avanzo rapidamente y agarro con delicadamente a Hermione—Te he extrañado...—le susurró al oído, su aliento caliente hizo que se estremeciera y agarrara fuertemente a Severus del brazo.

—Yo también, ha sido un fin de semana largo—Hermione rozo con su nariz junto con la de Severus, intercambiaban respiraciones mientras miraban sus bocas con anhelo. A parte de la profesora McGonnagall, de Harry y Ron nadie mas sabía aún de la relación de aquellos dos. Decidieron ir con calma para que los aceptara con mas facilidad. Pero ya muchos alumnos sospechaban, entre ellos Draco Malfoy.

Se besaron tiernamente, sus bocas parecían haber estado diseñadas para encajar una con otra; era algo perfecto. Severus se separó con dificultad.

—Me tengo que ir—habló evocando cordura.

—Esta bien, nos vemos en la noche—Hermione le dio un último beso y se alejo sonriendo. Severus dejo salir un suspiro, a veces todo era tan dificil. 

Esta se dirigió a la sala común de Gryffindor con su libro de Transformaciones bajo el brazo y con una gran sonrisa en el rostro, que se desvaneció al escuchar una conversación. Tuvo que frenar bruscamente y esconderse para poder escucharla con detenimiento.

—Si haz escuchado Alicia—esa voz era de Angelina Johnson, la reconoció al instante.

—¿No, que ha pasado?.

—Ven acércate...—Angelina habló mas pasito pero aún así se podía seguir escuchando—Se dice que entre Hermione Granger y el profesor de Pociones, Severus Snape hay un amorío—Hermione apretó el puño, quería decir que eso era mucho mas que un simple amorío, que estaban comprometidos de cuerpo y alma, pero peor aún Hermione quería gritar sin temor a lo que digan que estaban juntos, tuvo que reprimir aquel impulso—Y peor aún.

—¿Qué?—preguntó Alicia.

—Que Severus sólo la utiliza, pronto la dejará por otra—Hermione se mareo, sabía que nada de eso era verdad, que ella estaba segura del amor de él, pero no pudo evitar sentir como su corazón se estrujaba al escuchar aquellas palabras.

—¿Quién te contó eso, Johnson?

—No le digas a nadie, pero fue alguien de Slytherin, Pansy Parkinson.

Hermione estuvó todo lo que restaba de la tarde leyendo su libro de Transformaciones, por alguna razón no quería ver a nadie, y sabia que ahorita, ni Lavender, ni mucho menos Parvati entrarían a la habitación a molestarla. Transformaciones era la clase favorita de Hermione, según la profesora McGonnagall era una de las mejores en esa materia, así que ella se exigía mucho para los ÉXTASIS, o en este caso los TIMOs impartidos por la tirana de Umbridge. Si muy habían logrado algunas cosas con las clases particulares de Harry para el ejercito de Dumbledore, ahora que se acercaba la navidad seguramente harían una pausa. Hermione empezaba a sentir como se le cerraban los ojos, lo último que recordó es que estaba leyendo antes de caer junto aquel grueso libro dormida.

"—Severus—Hermione miraba intensamente a su querido profesor de Pociones, ahora su novio, su todo. Pero extrañamente aquella mirada no fue correspondida con la misma intensidad, lo cual hizo sentir extraña a Hermione.

—Granger—profirió con amargura, Hermione frunció el ceño. No le decía así, con ese tono, desde hace mucho tiempo.

—¿Qué pasa Severus?, mírame—Hermione buscaba su mirada con desesperación, pero este hacia caso omiso. Los ojos de la castaña se nublaron, Severus se alejó de ella con frialdad, y cuando la miro a los ojos le dijo las palabras mas hirientes en ese momento.

No te amo, y no lo he hecho nunca—esta empezó a llorar desconsoladamente, sentía como el mundo se le sentía encima, como se hundía en una horrible oscuridad".   

Cuando abrió los ojos se encontró con una luz de una antorcha, se removió incómodamente, se encontraba sudorosa.

—Hermione, ¿estas bien?—sentía una mano en su cuerpo que la movía, pero ella no podía reaccionar muy bien—Hermione...—su voz se escuchaba muy lejos y aún no podía enfocar, pudo reconocer que era la voz de Parvati, pero después se volvió a sumir en la oscuridad.

**** 

Pov Narrador. 

Lavender Brown y Paravati Patil habían entrado rapidamente a su habitación en búsqueda de Granger, su compañera. El profesor Severus Snape les había dicho que Hermione Granger tenía una castigo que cumplir a las siete de la noche y no se había presentado. Pero cuando llegaron a la habitación vieron a Hermione removerse en la cama, gritar y peor aún sollozar. Se asustaron, Parvati se acercó a ella y vio que estaba dormida; tenía pesadillas. Ella intentó despertarla pero parecía no funcionar, Hermione de imprevisto abrió los ojos pero parecía demasiado desubicada, estaba sudando frío, respiraba agitadamente y estaba demasiado pálida. Luego de esto Hermione se quedo quieta haciendo correr a sus dos compañeras en circulos antes de reaccionar como se debe; pidiendo ayuda. 

Lavender bajó corriendo las escaleras hacia la sala común, allí vio que estaban reunidos Neville Longbottom, Harry Potter y Ronald. 

—Chicos—habló Lavender con la respiración agitada. Estos la miraron burlonamente.

—¿Qué pasa?—preguntó Harry.

—Es Hermione—todos hicieron cara de desconcertación.

—¿Hermione?—preguntó Ron.

—Ella no esta bien. La encontramos gritando y llorando en la habitación, y ahora parece que se ha desmayado—todos cambiaron la cara por una de preocupación rapidamente, al igual modo que se pararon.

—Pero no podemos subir al cuarto de chicas—habló Neville.

—Maldición, se me olvidaba—habló en voz baja Lavender—Espérenme aquí—y subió corriendo las escaleras a la máxima velocidad. Con ayuda de Parvati, bajaron a una Hermione desmayada por las escaleras, después de mucho esfuerzo en el último escalón los chicos recibieron el cuerpo de ella, ya que estaban a punto de dejarla caer. Harry y Ron la llevaron rapidamente a la enfermería.                              

         

Fire 2: Blaze (Sevmione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora