Resignado, se encaminó a su habitación para desayunar y a esperar a su entrenador personal, Sehun lo había contratado hacía unos meses porque empezó a notar que el menor no estaba haciendo el suficiente ejercicio y temía que perdiera su flexibilidad, no quería seguir lastimándolo durante sus sesiones nocturnas, y también diurnas.
El entrenador llegó justo cuando Luhan estaba terminando de atarse las zapatillas, dándole una hermosa vista de su culo respingón.
-Si así me vas a saludar cuando venga, te aseguro que hasta le hago un descuento a Sehun entrenarte más seguido, Lu.-
-¡Minho! Esas cosas no se dicen.- dijo el menor mientras se reía- Pero acepto la oferta de que vengas más a menudo, mis músculos pierden forma muy rápido.- terminó con un puchero mientras lo abrazaba. Minho era un hombre magnífico, en todo el sentido de la palabra: era amable, cordial, sexy como el infierno y con una sonrisa que le baja los pantalones a cualquiera.
-¡Pues manos a la obra, pequeño!- exclamó llevándolo hacia la zona donde estaban todos los implementos que necesitaban.
-Bueno, pequeño... empecemos calentando; anda, a correr por toda la casa. Media hora, ¡ya!- Luhan salió trotando a buen ritmo, en esos momentos se sentía libre otra vez, la brisa de la playa azotándole la cara, el golpeteo constante de sus piernas sobre la arena, el ardor en sus pulmones.
-¡Tiempo! Perfecto, Luhan, como siempre. Ponte a estirar mientras miro qué rutina haremos hoy.- el menor asintió jadeando, le dio la espalda a su entrenados, separó las piernas un poco y bajó el tronco; le gustaba tentar al hombre, sabía que era demasiado correcto como para intentar algo y le divertía notar cómo trataba de controlar las furiosas erecciones que le causaba cuando sus pantalones de gimnasia, bastante pegados a su piel gracias a la tela termodinámica, se ceñían aún más a su culo y a su entrepierna mientras se ejercitaba.
Minho tragó duro, ¡el culo de Luhan era demasiado violable! Se acercó por detrás y se pegó a él, sobresaltándolo. Quiso separarse, pero se lo impidió y lo apretó aún más.
-Calma, bebé. Hoy harás sentadillas sobre otra cosa que no es el piso.- le susurró al oído. Luhan intentó gritar, con todas sus fuerzas, pero el mayor le tapó la boca y lo arrastró hasta la parte trasera de la casa, lo metió en un espacio entre dos de los edificios principales y lo golpeó contra la pared.
-Llevas mucho tiempo calentándome la pija, pequeña putita y te harás cargo de las consecuencias de tus actos. Ahora, quitaré mi mano y no vas a gritar, ¿entendido?- el menor asintió, tragándose las lágrimas. Apenas Minho retiró su mano gritó:
-¡SEHUN! ¡SEHUN AYÚDAM...- el golpe en su mejilla lo silenció instantáneamente. El mayor lo mantenía quieto con una mano mientras que con la otra se bajaba el pantalón y le arrancaba la pantaloneta a Luhan. Mierda, por fin iba a follarse ese culito de una vez por todas, y nada lo iba a detener.
-Eso... así es, zorra. Vas a tomarme todo y vas a disfrutar cada instante, sí...- le susurraba al oído mientras intentaba entrar en él. Luhan se movía mucho, no quería esto. Quería a Sehun, no a Minho; se había ganado esta situación, porque admitía haber provocado a su entrenador durante sus sesiones de ejercicio juntos, estaba acostumbrado a tener la atención de Sehun todo el tiempo y ahora que ya ni lo determinaba buscó las adulaciones del moreno que ahora lo penetraba con fuerza.
-Minho no, por favor. ¡MINHO PARA POR FAVOR! ¡SEHUN! ¡ME DUELE, SEHUN AYÚDAME!- gritaba lo más fuerte que podía, sólo esperaba que Sehun fuera por él.
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Just Be Mine [HunHan] [EXO FanFic]
Fanfiction«Sehun quería a Luhan para él, y no dudará en hacer todo lo que sea necesario para que sea así». One Shot con el que participé en la dinámica «Entre Canciones y Letras» de EXO Universe FanFics, trabajando con la canción They Never Know del álbum EX'...