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6 Capítulo: Coma

Coma

Una vez fuera en la calle, vi una moto reluciente en la puerta.

-Sube preciosa, asi llegaremos antes- Dijo Christofer mientras montaba en ella.

Yo le hice caso y torpemente me subí a la moto, la cual era muy alta para mi.

-Y...¿Dónde me vas a llevar?- Pregunté algo ansiosa ya de saber nuestro destino.

-¡Sorpresa!- Dijo mientras arrancaba la moto y salíamos a toda velocidad.

Dimos un rodeo, y tras unos quince minutos en moto se paró delante de un parque. Este era muy parecido al que estuve con Saray, era muy grande, todo recubierto con césped verde bien cortado y cuidado. Nada más bajé de la moto pude observar que era mucho más grande de lo que parecía a simple vista, tenía grandes fuentes distribuidas de forma variada a lo largo del parque. Había varía gente sentada sobre mantas o sobre el mismo césped con libros, ordenadores portátiles o simplemente con el móvil escuchando música. Se respiraba tranquilidad.

-Es precioso- Dije en un suspiro.

-Si- Dijo Christofer

Y ambos nos quedamos en silencio, contemplando aquel lugar, que inspiraba tanta tranquilidad.

-Ven- Dijo Christofer cerca de mi oido haciendo que un escalofrio recorriera mi cuerpo de arriba a abajo. Me cogió de la mano y tiró de mi.

Nos adentramos en el parque, lo recorrimos entero y Chris me llevó a un lugar dentro del parque donde había varía gente en cola.

-Ya estamos-

-¿Dónde?- Le pregunté desconcertada.

-Lee- Dijo levantando mi cabeza para que viera el letrero que había ante nosotros.

Leí el letrero que estaba en inglés, evidentemente. Y me puse super feliz al saber donde estaba.

-Es un zoo!-

-¿Sí, te gusta la idea?- Me preguntó Chris con una amplia sonrisa.

-Claro!!- Chillé en medio del lugar haciendo que las personas que teníamos delante se giraran para ver que ocurría. Que vergüenza. Chris empezó a reirse sin poder parar y a mi se me contagió su risa.

Pronto nos tocó a nosotros entrar, Chris ya había comprado las entradas, con lo cual tardamos menos tiempo.

Dentro del recinto, estaban los animales. Lo primero que vimos eran las girafas. Siempre me habían encantado, por su color de piel, su largo cuello, esas orejas tan particulares, y su lengua verde de tanto comer hierba. Eran preciosas. Justo cuando fui a darle de comer a una saco su larga lengua que hizo que me pegara un susto de muerte, sino llega a ser por Chris me caigo de culo.

-Cuidado- Dijo riéndose, a lo que yo le contesté con un codazo y una cara de enfado.

Vimos a monos, gorilas, elefantes, cocodrilos, leones, tigres...

-Veo que te gustan los animales, a mi también, me encantan- Dije una vez salimos del zoo.

-Sí, siempre me han gustado, hacen tanta compañía cuando uno está sólo- Dijo agachando la cabeza.

Instintivamente le di un abrazo, no me gustaba ver a la gente mal, y últimamente lo hacía mucho.

-Lo siento- Dije mientras me apartaba, no quería que se sintiera incómodo.

-Gracias- Dijo con un hilo de voz.

Anduvimos por el parque hasta que llegamos a una cafetería.