Todo empeora
Ya me habían dado el alta, por suerte las pruebas que me habían hecho decían que estaba todo correctamente y que nada me sucedía pudiendo hacer de este forma vida normal de una vez. Mi tía días anteriores me había contado todo lo que me había sucedido, los detalles del accidente y como tras este había sido ingresada en el hospital. Al parecer Christofer y yo entramos a la vez en coma pero el golpe con la moto le había afectado mucho más a él, debido a los numerosos impactos que había recibido del coche con el que habíamos tenido el accidente. Según los médicos él no tardaría en despertarse y yo ansiaba que lo hiciera, desde que estaba aquí en Londres el había sido mi único apoyo junto con mi tía y Saray, si bien es cierto que lo había visto bien poco también lo es que cada minuto que pasaba con él estaba lleno de tranquilidad, de alegría... era difícil de explicar. Lo único que sabía en estos momentos es que se tenía que recuperar, como había hecho yo.
Las clases ya habían empezado y tanto Saray como yo aun no habíamos ido ningún día, yo por el accidente que había tenido hace apenas unas semanas y Saray porque se había quedado cuidando de mi. Ambas fuimos a hablar con el director que por suerte ya habíamos conocido semanas atrás en la fiesta que me había organizado mi tía en mi casa, le contamos lo sucedido y lo entendió, coincidimos que lo mejor sería prepararnos nosotras por nuestra cuenta los exámenes trimestrales y que ya empezaríamos las clases normales en la segunda evaluación. Pasaron dos semanas desde el accidente y apenas una de que yo saliera del hospital y ya tenía todos los papeles resueltos. Tanto mi tía como Saray me estaban dando muchísimo apoyo, sobretodo para superar el trauma que me había causado el accidente. Todos los días iba al hospital para ver como se encontraba Christofer, los médicos decían que estaba estable pero que debería de despertarse pronto sino el asunto se complicaría y tal vez el coma se prolongara por muchas más semanas cosa que me aterraba. No había vuelto a tener noticias de Louis, ningún mensaje, ni llamada, ni correo, nada. Es como si ya no existiera. La verdad, me daba exactamente igual, Louis era el pasado, ahora tenía otras cosas en mente.
Hoy me había levantado mucho más feliz de lo normal, es como si algo bueno fuera a suceder. Fui al hospital a primera hora de la mañana, según las enfermeras Chris no mejoraba, y la actividad de su cerebro se iba haciendo cada vez más débil. No podía ser, él era muy joven para estar en esa situación, no podía quedarse en esa cama ....no, me negaba a no poder volver a hablar con él. Estuve hablando con la madre de Christofer, la mujer no se despegaba se esa habitación estaba pendiente las 24 horas por si hacía algún movimiento o había algún indicio de que fuera a despertar, pero por el momento nada pasaba. Como ya llevaba haciendo unos días atrás me despedí de la madre, le di un beso en la mejilla a Christofer y me fui a la biblioteca que había en el centro, donde Saray me estaba esperando en una mesa ya con todos libros esparcidos y miles de apuntes.
-Hola-Dije sin mucho entusiasmo.
Aunque me despertara feliz, y con alegría el ver a Chris de esa forma y en esa situación me deprimía, mi corazón se encogía y mi rostro cambiaba a la tristeza en apenas unos segundos.
-Buenas. ¿Cómo está?- Dijo Saray sin levantar la voz para que no nos llamara la atención el chico encargado de la biblioteca.
-No mejora, sigue igual. Tengo miedo.-
-No te preocupes Shei, mejorará, ya veras.-
-Eso espero- Dije mientras sacaba todo lo necesario para poder empezar a estudiar.
Ambas nos preparábamos para los exámenes que tendríamos dentro de dos meses, como no asistíamos a clase ya que el trimestre había empezado teníamos que preparar todos los exámenes por nuestra cuenta. Ahora andábamos preparando el examen escrito. Saray que ya tenía un buen nivel de ingles me echaba una mano ya que yo, aunque me defendía, era una auténtica negada para los idiomas y sobretodo los extranjeros. Estuvimos toda la mañana y parte de la tarde. Cuando volvíamos a casa un chico nos cortó el paso a pocos metros de llegar, era un chico robusto, alto, rubio y con unos ojazos azules que quitaban el hipo.
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Volver a Empezar
Teen Fiction¿Alguna vez lo has dejado todo por amor? Sheila una chica de 24 años se traslada a Londres por amor. Alli se encuentra Louis. Él chico del que esta enamorada, pero su vida cambia cuando ella lo ve a él con otra. Tiene que rehacer su vida pero no sab...