I wanna be like u |muke|

7

No muerdo, los comentarios están permitidos ;-)

__

Si hay algo que Michael odia más que los lunes, es estar despierto un lunes a las ocho de la mañana escuchando el tremendo discurso del profesor Donell sobre lo importantes que son las derivadas para el futuro.

Aunque para el teñido claramente no lo eran. Nada que tuviera notas musicales le podría llegar a mostrar el mínimo interés.

Un chico moreno entró en el aula algo apresurado y con la frente con restos de sudor mientras recuperaba la respiración. Se dirigió al escritorio del profesor y le preguntó algo en un susurro mientras el señor Donell asentía y señalaba una mesa al lado del teñido.
El moreno tragó en seco mientras se situaba en su nuevo asiento e intentaba no mirar al teñido a causa de los sucesos que habían tenido lugar hacía un rato en el pasillo.

-Hey, ¿Cómo te llamas? - una voz hizo saltar al chico de su asiento. - No muerdo, tranquilo. - rió encorvando una sonrisa que le dio tranquilidad al otro. Aquel era el chico rubio con el que estaba el matón ese que casi le da una buena golpiza. 

El moreno no estaba muy seguro de si podía hablarle o terminaría con un moratón en la cara, pero decidió contestarle.

-Hmm... Me llamo Calum. - respondió temiendo su posible reacción.

El rubio volvió a concederle una amplia sonrisa.

-Yo Luke, encantado amigo. Y ese - señaló al teñido - es Michael.

Los ojos verdes de Michael se posaron en el del tez morena mientras éste sentía como cada uno de los pelos de su piel se erizaban y volvía a fijar la mirada en la nada.

-No creo que le caiga bien. - murmuró el castaño.

Luke le dio un golpecito suave en el hombro.

-No es personal, él es así.

En el descanso, ya hacía un tiempo que Luke se había acostumbrado a sentarse con Michael en una de las mesas de la cafetería. Por lo tanto, éste se llevó a Calum para que se conocieran entre ellos.

Calum se encontraba sentado entre el rubio y el teñido que lo miraba con una mueca, analizándolo.

-Y-yo s-soy C... - empezó diciendo el moreno a causa de la incomodidad que sentía por la mirada de Michael.

-No me interesa. ¿Porqué no simplemente te vas? - dijo el teñido para seguidamente morder su sándwich.

El moreno se quedó sin palabras, mirando al centro de la mesa y sintiéndose diminuto.

-¡Deja de ser un amargado, Michael! - amenazó Luke con una ceja alzada.

-¡Deja de ser malditamente agradable con todo el mundo! - contraatacó Michael, o al menos lo intentó, ya que Luke se limitó a observarlo con una sonrisa. Michael aborrecía su sonrisa, era tan odiosa, tan constante, tan natural...

-¡Tienes una horrible sonrisa! - le gritó Mike. Y no sabía porqué había dicho eso,  porque un segundo después de que aquellas palabras salieran de su boca se sintió arrepentido como nunca. Lo miró a los ojos mientras veía que la sonrisa del otro iba desvaneciéndose hasta que sus labios formaron una perfecta línea recta.

Calum observó boquiabierto la escena mientras miraba a ambos chicos, con cierto temor a lo que pudiera pasar a continuación.

-No te preocupes Luke, Michael no lo decía en serio. - el moreno apoyó su mano en el hombro del menor mientras éste lo miraba con una mueca.

-No pasa nada, tiene razón. - sentenció el rubio, lo cuál le provocó a Michael que sus tripas se removieran con fuerza.

Mierda.