La velocidad con la que caigo está aumentando demasiado. Siento que ya mi caída llega a su final. ¿Que habrá allá abajo? Creo ver un punto de luz que cada vez es más grande. No quiero mirar, esto va a doler. ¿Doler? ¿De dónde habré sacado eso? ¿Que es el dolor? Maldito miedo, ¿tenes que crear justificaciones para tu existencia? Al demonio con el dolor y el miedo y todas esas cosas antinaturales.
Yo no tengo miedo y por lo tanto tampoco siento dolor. Es una idea estúpida esa de sentir dolor. Una mala jugada de la mente que no quiere animarse a lo nuevo, a lo desafiante. Y hablando de nuevo y desafiante aquí estoy llegando a mi destino.
Canto una canción para pasar el rato mientras caigo y de paso me distraigo un poco.
"La vida es una sorpresa,
No la mires con pereza
Que le nublas la belleza.
Este mar por el que nado
Es mi guía si me canso
Quiero fluir con mi destino
No poner freno al camino..."
Cambió el aire. Luz, hay luz, puedo verla y sentirla. Oh que hermosa luz.
Pero... no he tocado el piso. ¡Mis alas! Estoy volando con mis alas. Ellas me cuidan, gracias.
Una vez en el piso no puedo evitar quedar encantada por su color y frescura. Estoy en un camino rodeado por el verde más vivo que puede existir. A lo lejos por mi izquierda y el frente distingo un gran bosque. Mágico, seguro.
Aunque estoy en este hermoso lugar con mi hermoso ser recién descubierto, no puedo evitar sentir que algo me falta.
-¿Hola? ¿¡Hola!? Holaaaaa.
Sigo sola.
ESTÁS LEYENDO
Emergiendo hacia mi corazón
Teen Fiction¿Estoy cayendo o subiendo? ¿Hacia dónde? ¿Quién soy? ¿Quién sos? ¿Te encontré o me encontraste?
