Fobias [EunHae + 18]

3. Segundo encuentro

POV Compartido

Estoy parado frente al departamento por dónde vi entrar al hombre que me encaró hace dos días.

Cuando dos personas están destinadas a conocerse, se supone que los encuentros llegan solos, con éste chico ya ha pasado dos veces, pero yo creo que en ocasiones hay que darle una manito al destino. Y bueno, si justo hoy tengo tiempo libre en la mañana, no le hace mal a nadie que yo espere aquí, en un lugar público, a que tú salgas del edificio donde -creo que- se encuentra tu morada.

No podría calcular cuánto tiempo ha pasado ¿un par de minutos, media hora, una hora? Porque para empezar no sé a qué hora llegué aquí. Me levanté, me bañé, merodeé por la pieza analizando qué hacer, me vestí, comí algo y tras terminar mi chocolate caliente, decidí venir a éste lugar.

Estiro mi brazo, levanto el chaleco que llevo puesto y miro la hora. Faltan quince minutos para las 10 de la mañana. Mi mirada vuelve a la entrada del edificio y se queda pegada allí, si alguien me viera.. parezco un 'stalker' de tomo y lomo. Me distraigo por un momento con un auto que tiene un espejo menos y la parte de adelante abollada, cuando mi atención regresa al frente, me sorprendo. Pantalón y polera negra, eres tú.

Vas en dirección opuesta al negocio de la esquina, caminas ni muy lento ni muy rápido, me parece que disfrutas bastante de la mañana y yo diría que del cielo también, lo miras de vez en cuando y sonríes o es lo que diviso desde la calle del frente. Comienzo a moverme sin cruzar a tu acera, no te pierdo de vista ni un segundo. Llega un punto en el que evalúo si continuar en esto de seguirte el paso o rendirme, es la primera vez que sigo a alguien y aunque es extraño no puedo pensar que sea algo realmente malo, tras darle vuelta a mis dubitaciones casi te pierdo la pista pero alcanzo a vislumbrar que entras a un local, a una zapatería para ser exactos; espero unos minutos y cuando no sales cruzo la calle para ir a inspeccionar más de cerca el lugar al que entraste.

Miro las vitrinas en un intento por parecer 'casual' y te veo acomodando unos zapatos de fiesta. Un chico delgado y de apariencia joven te llama y creo que te nombra unas cajas que hay que ordenar. Tú trabajas aquí, mi conclusión es inmediata, luego se les une un tercer chico, no muy menudo y con rasgos bastante femeninos y delicados, no me llama mucho la atención su entrada, sino más bien lo que hace, incluso siento una oleada de gratitud hacia él, cuando apareció no tomé en cuenta lo que estaba diciendo hasta que te quedo mirando a ti, -el chico que me interesa tanto, al punto de seguirte por cuadras- y al final de la frase te llamó por tu nombre.

"...estado Donghae?"

Te llamas "Donghae", es un lindo nombre.

Mientras mi cerebro termina de hacer un baile de la victoria, me parece que el chico que te hizo el comentario de las cajas está mirando en mi dirección, lo miro de vuelta y descubro con alivio que no me observa a mí, me siento incómodo de igual manera. Finjo que miro la vitrina un poco más y me alejo.