Fobias [EunHae + 18]

7. Filemafobia

POV Compartido

Risas llegan a lo lejos. Mi tía, mis primos y los trabajadores siguen en los mesones disfrutando del asado, en cambio yo, es como si estuviera en otra dimensión, en vez de sentirlos a unos metros de distancia, aseguraría que estoy a años luz de ellos. ¿Qué me hiciste, Hae? Has revolucionado mi día por completo, mi mes, mi año, mi vida entera. No es una exageración, es la verdad, jamás se me pasó por la cabeza que en nuestra caminata por los terrenos aledaños a la granja me saldrías con una confesión así. Las palabras me quedan pequeñas para dejar en evidencia lo dulce y tierno que fuiste, te empecé a encontrar un poco ido pero pensé que se debía al paisaje desconcentrándote. Apenas me hiciste parar y comenzaste a hablar presentí que algo pasaba, cuando me pediste que te dejara hablar hasta el final y sin interrupciones, creí que se trataba de algo malo... el típico "tenemos que hablar" que significa ruptura, pero mi duda y temor momentáneo fue disipado con mucha rapidez por ti, mientras me exponías tus más sinceros sentimientos. Siempre sospeché que tu valías la espera y toda mi insistencia, sólo que ahora lo reconfirmé de la forma más dulce, cada palabra se me grabó a fuego, tu honestidad me desarticuló por completo, me has ido demostrando a tu manera que valoras mi presencia, detalles y acercamiento, pero oírlo de tus labios fue lo máximo. Me hizo recordar al mini ataque cardíaco que me provocaste cuando leí tu sms diciendo que me extrañabas, y fue mejor que lo viera casi al final de mi jornada laboral ése día, porque si lo hubiera visto a primera hora, quizá habría cancelado todo y habría partido raudo a verte. Lo que casi me hizo explotar de contento fue que tomaras mi mano mientras me confesabas que te gusto, reconozco que no es la primera vez que me lo dicen, pero jamás me sentí así de valioso en los ojos de alguien, amé ser el primero por el que te sientas de ésta forma, amé tu nerviosismo y al mismo tiempo esa valentía, que fueras tú quién iniciara ese acercamiento y en un momento clave. Por lo mismo no demoré en reconocer que yo siento lo mismo, es un sentimiento tan verdadero, porque no mentí al decir que había estado anhelando alguien como tú, y la verdad tu sobrepasas por lejos la imagen de mi hombre ideal, siempre hay algo nuevo que descubrir y que me engancha más a ti.

Me río recordando nítidamente cómo te estreché en un abrazo cargado de sentimiento, sin soltar el agarre en tu mano, adoré sentir tu calor, tu aroma, tu toque, tener el privilegio de ser el primer hombre al que le abres las puertas de tu corazón. Y el diminutivo de mi nombre que usaste al confesarte... no dude ni un segundo en aprovechar de decirte 'Hae' de vuelta, había estado esperado poder hacerlo desde el principio, lo que me da una idea. Saco mi celular del bolsillo y busco entre mis contactos tú numero, elijo la opción de editar la información y cambio de "Hae <3" a "Mi Hae <3". Estoy peor que adolescente y no me importa, mi felicidad no se compara con nada que haya sentido antes, tanto así, que me voy a permitir todos los infantilismos que quiera.

Mi vista se dirige a mis familiares en los mesones, mi tía abraza a Kangin, y aunque el no parece muy feliz, sé que no la rechazaría, puede verse muy duro pero en el fondo es bastante sensible y afectuoso, y no creo que exista ser humano que se resista a mi tía. Cierro mis ojos con la idea de ser invadido por los recuerdos de nuestro abrazo, podría jurar que logro percibir tu olor de nuevo, un perfume suave pero varonil, la suavidad de tu pelo contra mi mejilla, tu nariz hundida levemente en el espacio que existe entre mi cuello y mi hombro, mi cuerpo se sacude hasta las entrañas y enloquece de felicidad, me quedo sin aire otra vez al recordar tu: "no me sueltes, Hyuk" si ya te habías robado mi corazón con tu confesión, con esa frase sólo terminaste de derrocarme y dejarme completamente a tus pies, y ahora estoy en problemas, porque creo que me va a costar un mundo no tocarte, tu eres más tímido, inexperto y vas más lento, para mí es como si se hubiera abierto la veda y yo fuera un pescador ansioso por salir detrás de sus peces, la verdad con uno quedo más que conforme; lo que quiero decir es: ¿cómo demonios voy a controlar mi necesidad imperiosa de tomar tu mano y abrazarte a cada minuto, ahora que se lo bien que se siente? No calculé cuanto tiempo te tuve ceñido contra mí, -como si se me fuera la vida en ése momento de afecto- pero estoy seguro que ambos estábamos muy reacios a alejarnos del otro. Una vez que nos separamos, decidimos volver a la casona, y en el camino de vuelta no sabía si podía tomar tu mano yo ésta vez, no obstante, como seguía codicioso me atreví a preguntarte si podías decirme con más detalle qué es lo que te gusta de mí, creo que fue mi turno de sorprenderte y no lograste darme una respuesta placentera, solo balbuceos, por lo que decidí que no había necesidad de ponerte en aprietos, si ya me habías dicho más que suficiente. No te quité los ojos de encima en todo el camino de vuelta, tus sonrojos y risitas me hacían sentir mariposas danzando sin parar, eres demasiado adorable para ponerlo en palabras y me fascinas en cada una de tus facetas.