You and I (Zayn Malik)

Uno.

Me encontraba tirada en el sofá viendo El diario de Noah.

Dios, como adoro esa película.

Era la tarde perfecta; no tenía a nadie que me interrumpiera y podía disfrutar totalmente de aquello.

Mi madre estaba leyendo, Jake jugaba con su Nintendo sobre la alfombra y Chloe... ¿qué estaría haciendo esa enana?

Me encogí de hombros.

Hiciera lo que estuviera haciendo no me molestaba, así que, ¿qué más daba?

En unos segundos los protagonistas se besarían en la pantalla.

El mejor beso del cine, sí señor.

Me acerqué al cojín que apretaba contra mi pecho, como si él fuera a besarme.

A escasos centímetros de rozar sus labios, el molesto sonido del teléfono de la casa me arrebató de mis pensamientos.

Nadie lo cogía, así que tuve que dignarme a hacerlo yo.

"Gracias por estropear mi único momento de felicidad." dije enfadada a la nada.

Le di al botón de pausa del control del DVD y descolgué el desquiciante aparato.

"Casa de los Meyer, ¿quién es?"

"Soy el agente Sherman, ¿podría hablar con Brenda Meyer?"

"Sí, un momento."

Me levanté del cómodo sofá y fui hasta el cuarto de mi madre para tenderle el teléfono.

"Es un agente de policía mamá, ¿qué delito has cometido?" me burlé, lo que no le hizo gracia.

"Yo soy Brenda, ¿qué quiere?."

Analicé la expresión de mi madre durante la conversación.

Primero se llevó una mano a la boca con miedo, para que después su rostro reflejara horror y las lágrimas brotaran de sus ojos.

"Voy ya mismo hacia allí, gracias agente."

Presionó el botón y finalizó la llamada, dejando caer el teléfono al suelo.

"¿Mamá qué te ocurre?" pregunté asustada por su reacción. "¿Qué ha sucedido?"

"Te contaré más tarde. Tengo que vestirme, tú cuida de los gemelos." la voz le temblaba.

"De eso nada, voy contigo." dije convencida.

"Pues vístete, te contaré en el camino."

Asentí y fui directa a mi dormitorio. En pocos minutos ya estaba lista.

"Dale la mano a los pequeños para ir hasta el coche y abróchales el cinturón, ahora iré yo."

"No pienso dejar que conduzcas tan nerviosa."

"¿Qué vas a hacer entonces?"

No le dije nada y llamé al timbre de la casa de al lado.

Mi sexy vecino abrió la puerta y se apoyó en el marco de la puerta, sonriéndome. Sí, me sonrió. Chica afortunada.

"Harry, ¿podrías hacernos un favor?" Pregunté coqueta.

"Claro, ¿qué necesitas?" dijo amable.

"¿Nos podrías acercar a St John's?"

"Oh, lo siento Kate, ahora mismo estoy con un amigo, cuidando de sus hermanas. Se lo pediría a Gemma pero ha salido." -dijo con pena.

"No importa, gracias de todos modos."