Once.

109 6 5
                                    

Daba pequeños sorbos a mi batido. No estaba atenta al desayuno, sólo podía pensar en mi abuela.

Ayer la reanimaron, pero no nos dejaban pasar a verla y eso me causaba demasiado estrés.

Mi madre seguía en la sala de espera del hospital y me había obligado a ir a tomar algo, así que allí me encontraba.

Nathan me había llamado repetidas veces pero no quería hablar con él en esos momentos.

Necesitaba un amigo, si es que él lo seguía siendo.

Marqué su número esperando respuesta.

"¡Kat! ¿Cómo estás? He oído lo de tu abuela..."

"Bien, gracias irlandés. ¿Qué tal tú? ¿Con Zayn y Liam?"

"Oye... Lo siento mucho, no debí haberte dicho eso, es solo que era un día de chicos y por mucho que te quiera necesitaba uno de esos."

"Ey, no pasa nada, el viernes estaba frustrada y me alteré, es culpa de ambos." sonreí "Si te pregunta Nathan, tengo el móvil apagado, no tenía ganas de hablar con él."

"Claro, entonces, ¿todo bien en nuestra amistad?"

"Todo bien." terminé el batido y vi la hora "Tengo que colgar, hasta mañana. Te quiero, irlandés."

Saqué un cigarrillo antes de entrar al hospital, necesitaba liberar tensión. Una vez arriba, seguíamos sin noticias de mi abuela.

A las ocho tenía que coger el tren de vuelta, pero ya eran las seis y no teníamos ni idea de cómo estaba.

"¿Familiares de Grace Callaghan?" un médico entró avisando.

Nos levantamos corriendo y vino hacia nosotras.

"Lo lamento, supimos establecerla después del segundo paro cardíaco, pero los órganos no podían soportar más." miró unos papeles que traía "Falleció a las cinco y cuarenta y siete. No fue doloroso, estaba durmiendo cuando sus constantes vitales se detuvieron. Pueden pasar a su habitación y recoger sus pertenencias. Mis condolencias."

Apretó sus labios y se despidió con un gesto de cabeza.

Mi mente dejó de pensar durante unos segundos, no lloré, no creía que fuera real. Supongo que había entrado en un estado de shock.

Mi madre lloraba junto a mí desolada, la abracé fuerte, intentando calmarla.

La dejé en una de las sillas y llamé a mi padre pidiéndole que volviera de su viaje, mamá lo necesitaba.

Entré a la habitación y me fui hacia la maleta, guardando la poca ropa que tenía allí, su almohada, las gafas de cerca y el móvil. Sí, disponía de uno a pesar de su edad. En la mesa de las pastillas estaban los papeles que le había dejado junto al bolígrafo.

"Para mi tan similar a , Katherine." leí echando un vistazo.

Entrecerré los ojos, había escrito una buena cantidad para el poco tiempo que tuvo. Suspiré profundamente y los guardé en la pequeña mochila que llevaba de Londres, en otro momento lo ojearía.

Hasta la hora de regreso al tren, fuimos a casa de mi tía a dejar las cosas de mi abuela y dar las noticias. Los pequeños lloraron muchísimo, me partía el alma ver a todos desolados.

Con pesar, me subí al vagón y esperé a que se frenara en mi destino. Como un chip recién activado, mi cerebro procesó toda la información del día y la reflejó en un viaje lleno de llantos; incluso, mi compañero de asiento tuvo que dejarme pañuelos de papel.

You and I (Zayn Malik)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora