The Barman~ Larry Stylinson ~

Four.

Bradford, Reino Unido.

Eran las 9 de la noche cuando Louis despertó, había llorado todo el día hasta que se quedó dormido. Trataría de olvidar a Kely por su bien, esto lo estaba destruyendo completamente.

Miro la hora una vez más, estaba entre ir o no ir al bar, necesita un buen trago en este momento pero no quería ir al Bar Black donde se encuentra el ojiverde, debía estar a kilómetros de ese chico, lo hacía pensar cosas muy raras, quizás iría a otro bar, si eso sería lo mejor.

Agarró su llaves, su billetera y salió en busca de ahogar todo sentimientos hacia Kely en el alcohol.

•••

Freno frente al Bar Black, al final se decidió venir acá, por muchas razones, la primera era que daba cerca de su casa y se podía ir caminando y la segunda le encantaba la temática del lugar, y nada tenía que ver con el ojiverde.

Abrió las puertas viendo de nuevo con curiosidad el lugar, le llamaba mucho la atención, camino hacia la barra esperando al barman.

Harry vió entrar a Louis y sonrió instantáneamente le agradaba mucho Louis, rápidamente se dirigió donde Louis.

—Hola— saludo.—¿Que vas ordenar?— sabía perfectamente que no recordaba todo lo sucedido de anoche.

—Quiero un whisky sin hielo.

—Bien— se dió la vuelta en busca de la bebida del chico, algo más fuerte están ves, pensó Harry.—Ten.

—Gracias, Harry.

Se recordaba de su nombre, era fascinante, Harry sonrió y se retiró dejándolo sólo. Louis sentía el líquido quemar su garganta, pero ese dolor sentía también en comparación al que sentía en su pecho.

Louis había terminado de beber, y se quedó a observar como el rizado reía y hablaba con las demás personas, tenía unos hoyuelos encantadores y sus ojos tan verdes, como la esmeralda, su cabello como caía con elegancia, y sus labios tan perfectos con su color rosado, el chico tenía una belleza única.

Movió su cabeza en modo negación, no debería pensar de eso de un chico, la ruptura de Kely le estaba afectando a gran escala.

—¿Quieres otro?— preguntó Harry, con la botella del whisky en sus manos.

—Creo que mejor sería que me dieras la botella, necesito sacarme algunos pensamientos de mi cabeza— Harry dudó por unos segundos pero terminó accediendo.

—Ok, ya sabes si quieres algo sólo grita Harry— sonrió y se fue.

Se sirvió el mismo otro trago, trago trás trago se terminó la botella de whisky que poseía. El whisky le hacía bien, ahora sentía con una felicidad extraña.

—Harry, Harry, Harry, Harry.

—¿Que pasa?— preguntó Harry, colocándose un sombrero.

—Harry, Harry Potter— río.—Caiste.

—Wow, que ingenioso— rodó los ojos.

—Ya se— río.—Tu barba te hace lindo.

—Uuh, gracias— Harry toco sus barba de hace unos días.

—Harry, quiero más whisky— Harry asiento.—Harry, Harry, Harry quiero bailar contigo hasta el amanecer y quedarnos sin respiración y que te muevas con sabor— hablo rápido, Harry se puso a reír.

—Louis.

—Si— dijo sonriéndole.

—Es mejor que tomes algo menos fuerte, no se como un par de cervezas o alguna piña colada.