The Barman~ Larry Stylinson ~

Five.

Bradford, Reino Unido.

Eran pasadas las 2 de la mañana y Louis seguía en el bar, hablando y bebiendo alcohol con el ojiverde.

—¿Tienes unos cigarros?— preguntó bebiendo un poco de su whisky.

—Si— Harry no le había preguntado nada, de porque lloraba y Louis agradecía eso, pero si iba hacer cliente fijo de el lugar algún día tenía que contar su pena.—Ten— ofreció Harry un cigarro, dejando la cajetilla a un lado. Louis puso el cigarro en sus labios.

—¿Me haces el favor?— hablo con el cigarro en sus labios, Harry tardo un poco pero saco un encendedor y lo prendió por Louis.—Gracias— dijo expulsando el humo.

—De nada.

—Harry.

—¿Hmm?— Harry se centro en los ojos azules de Louis, eran cielo y mar combinados, podría pasar todo un día tratando de descifrar si alguna había visto ese azul antes.

—¿Como se hace para que el centro de tu vida, sea una mierda?— Harry parpadeó varias veces, tratando de analizar la pregunta.

—No se que decirte— fue lo único que pudo responder, Louis se quedó callado por unos minutos disfrutando del cigarro y la compañía del rizado.—Mira Louis, yo no conozco muy tu historia, pero si hay algo o alguien que te está dañando, es mejor que por tu bien te alejes, olvides y perdones.

—¿Pero como hacerlo? Ese es el problema, si aquella persona que te está dañando ahora, es el puto mundo para ti, es la que hace que tu corazón siga palpitando con solo una sonrisa que te regale— Harry trató de no rodar los ojos, no podía decir que era su mundo.

—Primero que todo, ¿dime por que ella te hace esto?

—Por que soy muy poca cosa para ella.

—Nadie en este mundo es poca cosa, todos somos iguales, todos somos humanos con virtudes y defectos y no porque que tu tengas dinero o te operaste el pene y sea el mas grande del mundo, vas hacer mas que mi— Louis río ante el ejemplo del rizado.—Se que mi ejemplo es una mierda, no soy bueno para dar consejos pero sólo te digo que ella no merece tener alguien que de la vida por ella,  y sin ni siquiera aprecie lo que tiene— le sonrió cálidamente.

—Gracias, su nombre es Kely y se que llegará el momento que en se nombre no signifique nada para mi— sabía que lo estaba diciendo no era fácil de cumplir, pero trataría de hacerlo.

•••

Era súper tarde y Louis aún no habia terminado de bañarse, tenía que estar en el trabajo a las 8 y punto de la mañana entregando el informe del caso Smith, a su jefe, lleva una hora de retraso. Si quería seguir teniendo su pellejo en su puesto, tenía que ir se ahora.

Busco en sus prendas algo formal, pero tal era la prisa de salir, que se puso lo primero que encontró. Salió hecho una bala hacia su auto, con su cabello goteando, sus ojos con unas ojeras, y todo cabreado con el mismo, por su retraso.

Lo primero que hizo fue salir corriendo por el informe a su oficina, sin detenerse a saludar a sus colegas como lo hacia siempre. Busco rápidamente la carpeta, en el escritorio donde se suponía tenía que estar pero no se encontraba ahí, busco en las gavetas, donde solía poner su archivos recientes, de bajó de el escritorio, hasta en el basurero pero el mundo lo odiaba, no encontró la dichosa carpeta.

Le dió unas cuantas patas al escritorio por la frustración, estaba jodido, ¿que haría ahora?

—Ya no tenemos dinero para comprar más escritorios, lo sabes— dijo Niall desde el marco de la puerta con los brazos cruzados y su característica sonrisa. ¿De que mierdas se reía?, ¿de su desgracia?