Two.

87 11 14
                                    

Dedicado a: fangirldelarry



Bradford, Reino Unido.

—Hola, muy buenas noches, soy el barman— sonrió.—¿Que te puedo servir?

Louis suspiro queriendole brindar una sonrisa, pero fue un intento fallido, el no estaba para andar sonriendo.

—Una piña colada— se quedó viendo aquellos ojos color esmeralda, eran más bellos y más hipnotizantes que cualquier color del lugar.

—Piña colada, bien— ¿que? No se iba emborrachar, el solo quería estar relajado para poder analizar mejor las cosas.—Listo— puso la bebida frente siempre con su sonrisa.—Si quieres algo sólo grita Harry.

—Ok.

Harry camino hacia la esquina de la barra donde Louis no le pudiera ver. A Harry le llamó la atención desde que entró en el lugar, observando todo con curiosidad, se miraba lindo con ese traje, le asienta bien, sus ojos color azul estaban opacados e hinchados, su rostro mostraba sólo tristeza.

Harry no pudo seguir observando porque tenía que seguir atendiendo a los demás clientes.

Louis terminó su piña colada de dos sorbos, queriendo otra pero le daba un poco de pena interrumpir al barman.

—Harry— dijo en un susurro, Harry no pudo escuchar porque seguía muy ocupado atendiendo a los demás clientes.—Harry— dijo con voz ronca. Harry volteo a ver a Louis, esperando terminará de hablar.—Otra piña colada, por favor.

—Enseguida—Louis observó al chico como se movía con agilidad. Era en cantador.—Ten.

—Gracias— Louis movía la sombrilla de decoración de la bebida, si seguía así con pura piña colada, nunca sentiría que se relajaria, quitó la pequeña sombrilla de la bebida  y se la tomó de un solo trago.—¡Harry!— el rizado rápidamente se colocó en frente de el.

—¿Si?

—Mejor tráeme dos cervezas.

—Claro—puso dos grandes vasos de cerveza frente a el, Louis se sorprendió pero no dijo nada.

Agarró la primer vaso, tomando del liquido dentro de este, sintiendo el ardor en su garganta, pero no le importó siguió tomando hasta acabar con el segundo vaso.

—¡HARRY!— grito a alargando la Y, sentía que el alcohol comenzaba hacerle efecto.—¡OH HARRY!

—Dime— dijo riendo por la actitud del castaño.

—Otras dos— Harry le trajo otros dos vasos de cerveza.—Gracias— sonrió por primera vez en la noche.

El reloj apuntaba que era la una de la mañana, y a Louis no le importa seguía tomando, y a Harry le parecía adorable y gracioso ver a un Louis todo borracho.

Los dos ya habían comenzado a hablar gracias a que en la barra sólo se encontraba el.

—Harry ven para acá— dijo terminado otro vaso de cerveza.

—Louis estoy enfrente de ti.

—Te voy a contar un secretito, pero shhhh.

—Claro, shhhh.

—Mi novia corto conmigo, Haryyyy.

—Que mal— dijo haciendo una mueca, pero en realidad le daba un poco de gustó porque ahora sabía que no tenía novia.

—Peroo shhhh, que no se enteré nadie.

—Si shhh— Harry puso su dedo en su labio en modo silencio.

—Yo, yo, yo, la amo— a Louis le comenzaron a brotar lágrimas.

—No llores.

—Shhh, yo no lloro, yo soy macho— dijo limpiando sus lágrimas con fuerza.—¡HARRY!— grito.

—Louis, no tienes que gritar, estoy frente a ti.

—Pero tu me dijiste que te gritara cundo quisiera algo— Harry solo río.

—¿Dime que quieres?

Tus labios

!¿Que?!

—No, Haryyyy, no yo ya no

—¿No?

—No yo me voy— saco una tarjeta de crédito de su billetera y se la entregó a Harry—Ten, pero sólo quiero una cerveza más.

—Bien— Harry hizo la cuenta de todo lo que Louis había bebido en la noche, también trayendole el otro vaso de cerveza.

—No, Haryyyy, yo dije cerveza.

—Esto es cerveza.

—Pero yo quiero de la cerveza rosada de ahí— dijo apuntado hacía el estante donde estaban las bebidas alcohólicas con diferentes colores y bebiendo del vaso cerveza que le había traído Harry.

—Louis, la cerveza no es rosada, es la luz que la hace ver de esa manera— Louis hizo un puchero.

—¿Por que me engañas? Yo sólo quería cerveza rosada y tu, tu dices que no es cerveza rosada, pero yo se que rosada y y lo que haces es jugar con mis sentimientos rosados, no me gusta beber cerveza color pipi— tomo otro trago de la bebida—Quiero algo rosado.

Como tus labios.

—Louis, yo no puedo darte cerveza rosada porque no hay cerveza rosada— Louis movía su cabeza de un lado a otro, en modo negación—Y además yo miro que te encantan beber cerveza color pipi— dijo pasando su mano por su cabello. Harry sabía que lo ebrios hay que tratarlo de la mejor manera porque por cualquier cosa que digas pueden dar un cambio de humor drástico.

Louis terminó de beber la cerveza, se colocó el saco y se acomodo la corbata. Tenía que ir se de ahí antes que sus pensamientos salieran a flote, el no era gay, el amaba los pechos y la vaginas, no lo penes, así que no sabía porque mierdas pensaba eso.

—Yo quería algo rosado y Haryyyy no me lo diste así me voy— dijo bajando de la silla.—Tu bien sabes que tus labios son rosados y no me los quisiste dar— dijo dándose la vuelta tratando de no caer, dejando a un Harry todo atónito.

Louis llegó a la puerta pero no podía abrir porque en ves de jalar, empujaba.

—Abre— seguía empujando.—Abre— le daba patadas, mientras que un divertido Harry lo miraba desde de la barra.—¡Abre te sésamo!— grito, pero no funcionó.—¿Por que?, ¿Por que? Hasta tu Disney, hasta tu me engañas, así no se puede— dijo jalando la puerta.

Louis sonrió y salió del lugar tambaleándose de allá para acá, no iba a manejar en ese estado, tendría que caminar las tres calles de distancia para poder llegar a su casa.

Iba por la segunda cuadra cundo escuchó unos ruidos en un callejón, tenía que ir a ver, por si acaso se tratase de un delincuente, el era un policía tenía que tener las calles de Bradford limpias de todo delincuente.

—Mierda, mi arma me la robaron— dijo tocando su cartuchera vacía, pero en realidad su arma se encontraba en el auto.—No importa soy artes marciales mixtas.

Camino dentro del callejón con poca iluminación, dirigiéndose por donde se encontraba el ruido que provenía de unos basureros, abrió uno de ellos rápidamente colocando sus manos en modo combate, pero sólo eran dos mapaches queriendo follar. Río por unos segundos, por las caras de los mapaches, pero después recordo a Kely.

—¡NO!— grito, haciendo que los mapaches salieran corriendo de diferentes direcciones.—Si, corre amigo, no dejes que ella te engañe por once años diciendo que te ama, corre, corre— le grito al mapache que se fue a la izquierda sin ni siquiera saber si era, el macho o la hembra.

Salió de nuevo del callejón, con el recuerdo de Kely pegando fuerte en su pecho. Camino las últimas calles que faltaban, llegando por fin a su edificio.

Subió al ascensor, apretando el botón número 5, pero fue de tenido por otra persona antes de que cerrará.

—Oh Louis— hablo nervioso.

The Barman~ Larry Stylinson ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora