1

4.5K 385 40
                                    

Habían pasado 6 meses desde que termino con Tsukishima, decía haberlo superado, "uno de muchos", solía decir día y noche durante semanas para convencerse de que solo quedaría en la historia.

Pero esta era la quinta noche.

Manteniendo sus ojos apretado tratando de no llorar, intentando sacar al cínico rubio de su cabeza, deseando desaparecer y borrar todo recuerdo junto a él.

Solo habían estado 9 meses juntos y creía que 6 eran suficiente para olvidarle, incluso comenzó una relación con Kozume Kenma para terminar más rápido el lazo que mantenía su mente con los recuerdos de Tsukishima. Pero aquí estaba, dándose cuenta de su error, de que los 6 meses no son suficientes para olvidar a alguien que robo tu corazón completamente y que empezar una relación con otra persona tampoco lo era.

Si Bokuto no le hubiera abierto los ojos y no hubiera nombrado al estúpidos rubio que no salia de su cabeza no se habría dado cuenta de que le esta haciendo un gran daño a el mismo y a Kenma. Era cierto lo que decía su mejor amigo "Estas buscando a alguien como él", y Kenma no es lo mismo que Tsukishima, y por eso se aburría. Buscaba en Kenma lo que había perdido de Tsukishima y no lo encontraba.

Dandose por vencido y aceptando que la razón le había ganado, se dirigió al baño para lavar su rostro y despertar un poco, para luego tomar su abrigo negro y salir a dar un paseo.

Su actitud le sorprendía un poco, porque ¡Vamos!, estamos hablando de Kuroo Tetsuro, el arrogante chico que creía que nadie era suficiente para él. Soy como Tsukki, pero mucho más simpático - solía decir.

La noche era fría y a pesar de ser media noche, la ciudad seguía despierta.

"Eres un idiota"

Y lo tenía bien claro. Todo había sido su culpa, dejarlo plantado el día que cumplían 9 meses para ir al cumpleaños de Yamamoto y calentarse con una chica que llevó para follar en el departamento que estaban compartiendo; Tetsuro si que era un idiota, tenía que pensar antes de actuar y lo que menos estaba haciendo su cerebro era pensar.
.
.
.
El frío de la noche calaba sus huesos, y a menudo intentaba frotar sus manos para mantenerlas en calor.

Había dado vueltas por la ciudad como por una hora y sus perdidos pasos lo habían llevado  a un pequeño parque cerca de su departamento, se dirigió a la banca donde solían sentarse al final de todas sus salidas, se estaba lastimando a él mismo, pero no importaba nada porque sabia que lo merecía.

Últimamente a Kuroo se le daba mucho pensar sobre la vida - algo que no se le daba muy a menudo antes de perder a Kei- y decidió tomar enserio aquello que se llama destino, así que saco su celular y comenzó a teclear un mensaje para Kenma, después de todo si quería tomar las riendas de su vida.  

"Y quizá te lo escribió porque quiero evitar todo tipo de preguntas cuya respuestas te harán más daño del que estaré a punto de causar. Y lo lamento por esto, no quería que fuera así, pero esto debe acabar.
Atte. Kuroo Tetsuro"

Se comenzó a sentir un asco, acaba de terminar con Kenma, a las 3 de la mañana por un mensaje de texto, si que era patético.

Patético.  

- Es imposible no pensar en él ¿no? - susurro kuroo para el mismo.

Luego se levanto y se dirigió con pasos lentos a su departamento. Tenía claro que esta sería una noche larga, dedicada solo para el chico que robo su corazón.

- Para ti, Tsukishima Kei. - dijo, antes de caer en un profundo sueño donde seguramente Kei aparecería.

Eres Tú. |KuroTsuki|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora