CAPÍTULO 2.

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Es Sábado.

Otro Sábado que me salva de la odiosa rutina.

Son las 10 de la mañana y no hay nadie en mi casa, como la mayoría de días.

Voy a la cocina y cojo los cereales, dispuesta a desayunar.

De mientras cojo el móvil y rezo para que algún amigo pueda quedar, no quiero pasarme todo un Sábado encerrada en casa.
Me doy una ducha, me visto y saco al perro, es lo más divertido que se me ocurre.
De repente escucho el móvil sonar, lo miro y es un grupo de Whatsapp, para mi sorpresa, de clase. ¿Qué hacían metiéndome en un grupo con gente de clase? Bueno, la verdadera pregunta era: ¿De dónde coño habían sacado mi número?
No me lo pienso dos veces: Silencio el grupo y guardo el móvil en el bolsillo de mi chaqueta, no quería perder el tiempo en leer mensajes de estupideces como las que ya soltaban todos ellos en clase.
Me siento en un pequeño banco del parque, no hay nadie y me siento a gusto por primera vez desde mucho tiempo, siento que estoy bien aquí.
Saco un cigarro, me lo llevo a la boca y empiezo a fumar, es una de las pocas sensaciones que me quedan para saber que estoy viva aún.
De repente comienzan a llover.
«Genial.» - Pensé.
Me levanto, llamo a mi perro y voy lo más rápido que puedo a casa. Después de 10 minutos llego.
«Más rápido de lo que pensaba» - Pensé, y no sé porque me dio incluso gracia.
Me doy una ducha y me pongo una camisa y unos pantalones de chándal, lo primero que encuentro, básicamente. Me siento en el sofá, enciendo la televisión y cojo el móvil para mirar o intentar descubrir que hacía yo en el grupo de Whatsapp de mi clase.
Me doy cuenta de que me ha añadido un número que ni siquiera tengo agregado, así que me salgo del grupo, total, solo conozco a Susana, y dudo que ella hable mucho, además de que yo no pinto nada ahí.
Vente minutos después, Susana me manda unas capturas del grupo.
"-Mira." - es lo único que me dice y después de ello envía 1 captura de la conversación de aquél grupo.
En las capturas salían las 5 chicas que ayer habían hablado sobre mi, a mis espaldas en clase.
"- ¿Quién había metido a la tía esa en el grupo? Aquí no pinta nada.
- Ya tía. Es una niña rarísima, algo le debe pasar en la cabeza para estar siempre marginada en clase.
- Sois vosotras la que no le dejáis empaz, ¿Qué más os da lo que haga o deje de hacer?
- Dijo Susana en mi defensa.
- ¿Pero como puedes defender a esa niña? Pero si es de todo menos sociable, no hace nada en clase y en los patios desaparece. Al final le tendremos que hacer algo para que reaccione.
- Sois gilipollas, me voy." - Añadió Susana y después se fué del grupo.
Lo único que puedo llegar a pensar es que estás chicas están demasiado aburridas como para no dejarme vivir una vida en paz.
"- Mejor pasa de ellas..." - Me dice Susana, después de ver que le dejo el leído.
"- Buenas noches." - Es lo único que consigo decir.

Yes, i'm fine.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora