A veces sufro un conflicto interno. Mi cerebro y la mayor parte de mi corazón aman a este chico que me acompaña, me apoya y me ama. Pero, de repente, una mirada de preciosos ojos azules se cruza en mi camino y, como mi corazón es incapaz de resistirse, se enamora de ella.
Pero es un engaño, una cruel mentira de la vida. Ella sabe que amo esos ojos de colores precioso, esas miradas profundas llenas de misterio, de vida, esas miradas que aportan más de la persona que la posee que ellas mismas. Y, me pone delante de esas miradas que te paralizan y te absorben, esas que te hacen desear estar siempre mirándolas y que ellas te miren; para luego decirme que no debo enamorarme de ellas, que jamas podré verme reflejada en ellas y amarlas para siempre, que no permanecerán a mi lado eternamente.
Ya que eso las hace así de especiales; y a mi, que nunca las deje de desear y amar.