EXTRA 2 Reencuentros

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Peter pensó que jamás volvería a pisar tierras narnianas después de la boda de su hermana, no veía ningún otro motivo por el cual Aslan quisiera regresarlo. Pero ahí estaba, recorriendo nuevamente sus hermosos y únicos paisajes. Había olvidado lo que era estar en Narnia. Por mucho tiempo no quiso creerlo, pero al final Liliandil siempre tuvo la razón, si deseas algo con tantas ganas y de corazón puede volverse realidad.

A pesar de esto, él creía que gran parte de su suerte se debía a que ahora tenía a una gran estrella a su lado, que lo amaba y lo acompañaba dándole luz a su obscuro camino. Ella siempre le recordaba tener fe en todo momento.

-¿Estas nervioso?- le preguntó Liliandil también emocionada.

- Jamás- nunca sentiría miedo de estar en Narnia. Le emocionaba averiguar cuanto tiempo había transcurrido desde su última visita. -¿Quieres descansar?- preguntó considerando la condición actual de su esposa.

-No, estamos bien. No te preocupes- le sonrió y colocó su mano en su prominente vientre.

Peter sonrió y no pudo evitar pensar lo rápido que había transcurrido el tiempo después de que Liliandil llegó a su mundo. De cómo había llegado a instalarse en su corazón.

Habían pasado 3 años desde entonces, en el cual sucedieron muchas cosas: Liliandil conoció el mundo de los reyes, en el proceso se enamoró del Rey Peter, iniciaron su historia de amor y pronto se casaron.

Una noche Peter le confesó su gran deseo de volver a Narnia, más ahora que esperaban un bebé y él sabía que era un buen lugar para criarlo. Esa noche Liliandil le comentó que si era algo que deseaba de todo corazón, podía volverse realidad; y así fue, a la mañana siguiente despertaron bajo un frondoso árbol ubicado en Narnia.

Continuaron caminando en dirección al palacio telmarino con la esperanza de aún encontrar a Susan y Caspian con vida, ya que era posible que hubiese transcurrido mucho tiempo. No tardaron mucho en llegar, a lo lejos podían ver el enorme castillo y en los campos cercanos, se encontraron con un chico observando en la dirección en la que ellos venían. Liliandil no tardó tiempo en reconocerlo.

-¿Rilian?- él chico de unos 13 años la vio desconcertado, seguía siendo la misma copia de su padre con los destellantes ojos de su madre.

-Así es, yo soy el príncipe Rilian. ¿Ustedes quiénes son?-

-Posiblemente no me recuerdas, yo soy Liliandil, tu madrina y él es tu tío Peter, hermano de tu mamá- finalmente vio la confianza en los ojos de Rilian.

-¿Mi madrina Lili, la estrella? ¿Tío Peter, el gran Rey? Mis padres me han platicado mucho sobre ustedes- sonrió y en eso se escuchó una pequeña y dulce voz decir:

-¿Ya llegaron?- vieron a una hermosa niña de unos 7 años acercarse, traía un lindo vestido verde.

-No, pero acaban de llegar nuestros tíos- nuevamente se presentaron entre sí y les platicaron de dónde venían. Los niños les comentaron que sus padres estaban de viaje y ese día iban a regresar, por lo cual los estaban esperando.

De repente la pequeña gritó:

-¡Ya llegaron!- vieron un par de caballos acercarse y los niños corrieron a su encuentro. Finalmente vieron a Susan y Caspian aunque ellos no se percataron de su presencia debido a que estaban ocupados saludando a sus hijos; lucían un poco más grandes y sabios pero aún lucían espectaculares.

-¡Mamá! Mis tíos acaban de llegar también- apuntó la niña hacia donde estaban Liliandil y Peter y se apresuraron a saludarlos.

-¿Lili? ¿Peter? ¿Qué hacen aquí?- estaban muy asombrados de verlos.

-Aslan nos dio una oportunidad de volver a Narnia- respondió Liliandil.- Al fin tuve la gran aventura que había esperado tener en Londres- miró con cariño a Peter.

-¿Estuviste en Londres todo este tiempo?- preguntó Susan.-Estuvimos muy preocupados por ti, me alegra saber que estas bien- la abrazó y finalmente notó las manos entrelazadas de la estrella y Peter, además que con el estado de Liliandil pudo deducir lo obvio.

-¿Tienen mucho que contarnos, no es así?- preguntó Susan feliz.

-Al igual que ustedes- respondió Peter. Caspian y Susan asintieron y sonrieron. Caspian pasó su brazo por los hombros de su esposa y le dio un beso en la mejilla antes de decir:

- Bienvenidos de vuelta a Narnia. Vamos adentro, creo que esta será una larga noche de platica- y juntos caminaron hacia el castillo para continuar con su historia.

Volviendo a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora