Una muñeca.

303 20 7
                                    

Es un día más en el café Nennekotei de la calle 3. Nuestra protagonista Karima San el espíritu de un lobo ordenaba el lugar esperando a Tama la deidad del gato.

-¡Karima Karima! ¡Mira a mi nueva muñeca!-. Tama entró como loca (más de lo normal) con una muñequita con uniforme escolar y el cabello corto.

-¿El cosplayer te la vendió?-. Se sorprendió Karima.

-Am no exactamente-. Dijo Tama con su cara de gato.

-¡La robaste!-.

-No no, le hice un favor el dice que esta viva y que es una niña-.

-Se ve muy real-. Karima le pellizco una mejilla.

-Auch-. Dijo la muñequita.

-Tama ¡¡es una niña!! No es una muñeca-.

-Si soy una muñeca, una muñeca, una muñeca-.Dijo la niña.

-Tama ¡no puedes secuestrar niños! Te exijo que regreses a esta niña con su familia-.

Karima se agachó a la altura de la muñequita que tenía una expresión sería.

-Hola ¿Cómo te llamas nena?-.

-No soy nena soy Kohina Ichimatsu y soy una muñeca-.

-Bueno Kohina la muñeca viviente ¿Con quién vives?-.

-Con Kokkuri San, Shigaraki e Inugami-.

-¿Kokkuri San?-.

-Kokkuri San es un hombre que le gusta hacer las tareas del hogar, Inugami es mi perro y Shigaraki es un viejo verde-.

Debe ser una broma. -¿Y tu vives con ellos?-.

Asintió con la cabeza.

-Bueno no te llevaré con ellos yo me llamo Karima y te voy a cuidar-.

-¡No te llevarás a mi muñeca!-. Tama la tomó con sus garras del brazo y saco a Karima a rastras del local.

-¡Tama! No puedes quedarte con la niña-.

-Pues considérate despedida-. Cerró la puerta bruscamente.

-¡No Tama!-. Gritaba Karima. -No puedes volver a secuestrar niños-.

Al rededor del café había un escudo que no permitía la entrada a ningún espíritu. Karima es un espíritu poderoso, intentó lanzar fuego contra el, se convirtió en lobo e intento destruirlo pero lo único que consiguió fue una descarga eléctrica.

Dentro del café las cosas no eran mejor, Tama había vestido a Kohina con un Kimono verde pastel y la obligaba a comportarse como una muñeca real. Kohina estaba asustada ella siempre se consideró una muñeca pero...Tama era muy exigente y lo peor de todo era que ¡No la dejaba ni ver los fideos instantáneos!. Kokkuri San no es tan estricto. Pensaba Kohina. Al fin decidió que no se quedaría a vivir con Tama. Una vida sin fideos no merece ser vivida. Intentó salir por la puerta principal pero Tama bloqueo su paso.

-No puedes irte ahora eres MI MUÑECA-. Le decía alejándola de la puerta.

Es un gato, debe detestar el agua. Kohina recordó la vez que un gato entró a su casa y Kokkuri San lo rodeó con botellas de agua. Eso puede funcionar.

Preparo las botellas y atrajo a Tama hacia ella con hierba de gato. Tama quedó fascinada por eso y no se dio cuenta de lo que sucedía hasta que las botellas la rodeaban por completo.

-¡No!-. Gritaba el gato.

Karima escuchó los aullidos de Tama y trataba de ver que sucedía pero no podía acercarse lo suficiente a la ventana. Cuando al fin distinguió la figura de Tama convertida en gato y rodeada de botellas de agua comenzó a reírse. -No le hará daño quedarse una noche ahí, así aprenderá a no secuestrar niños-.

Nuestra melodía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora