Jared vuelve a sentarse frente a mí y me observa con sus terribles y hermosos ojos azules. Me siento incómoda e intento iniciar una conversación, pero no se me ocurre nada, hasta que a mi cerebro le da por funcionar.
-¿Eres médico o algo parecido?
-Estudié medicina unos años, por mi madre, pero cuando ella murió, decidí hacer lo que más me gusta.
-¿Y qué es?
-El arte. La música. Todo eso. Toco el piano y la guitarra. Suelo pintar de vez en cuando, aunque no son muy buenos, pero hacen que todo lo que tengo dentro salga, y me hace sentir...
-Mejor contigo mismo.-Termino la frase.
Me sonríe y asiente lentamente. Ahora llega otro silencio, y esta vez es Jared quien lo rompe.
-No hace falta que respondas, pero... Ese chico. El que... te pegó... ¿Es tu novio?
-¿Izan? Oh, no. Salí con él hace varios meses. Es solo un capullo asqueroso.
-Deberías denunciarlo. Quiero decir, para que no vuelva a vuelva a ocurrir.
-Esa fue la primera vez... Pero no creo que vuelva, le dejaste la cara bonita.
No oculta una sonrisa de satisfacción y orgullo, y sus ojos azules me miran fijamente tan brillantes que me hace sentir escalofríos.
-Oh, ¡maldición!- No puedo contener el grito.
Jared se sobresalta y me mira con el ceño fruncido.-¡¿Qué?!- Exclama.
Me tiro de la silla y subo corriendo, aguantando el dolor de las rodillas, hasta la habitación. Sin girarme, siento que Jared también corre tras de mí.
-¡Alex, ¿puedes explicarme que diablos pasa?!
Antes de poder contestarle, agarro mi móvil y suelto un pequeño grito involuntario al ver las siete llamadas perdidas de mi jefe, más otras cuantas de Julia. Además de mensajes preguntando dónde diantres estoy.
-¡Eh!- Casi me había olvidado de Jared, hasta que siento su voz en mi cuello.- ¿Pasa algo? Te has quedado muy blanca. Quieres café, o un té. Puedo preparártelo en un momento.
-¡No! No no, yo... lo siento tengo que irme.
-¿A dónde?- Sus ojos me miran curiosos y algo me dice que o le cuento todo, o no me dejará salir de la habitación y puede que en otras circunstancias me diera lo mismo, pero no ahora.
-Tengo una inspección en el restaurante, y ya llego dos horas tarde. Si no llego ya no creo que me dejen volver a aparecer por ahí nunca más.
-Pero casi no puedes ni moverte, y los moratones se te ven demasiado.
-Les diré que me dí un golpe contra la puerta.
-Si esa es tu excusa, te quedaría mejor decir que te pegaste con la puerta.
Antes de contestar, trato de calmarme, respiro hondo unas cuantas veces y le miro severamente.- Jared, por favor. Necesito este trabajo. Al menos hasta que encuentre uno mejor pagado y que no les importe mi impuntualidad.
Tras un breve silencio, se hace a un lado y salgo corriendo hacia la puerta principal. Cuando la abro y salgo a la calle me paro de golpe. No sé dónde estoy. Hay varias casas en frente y a los lados, separadas por extensos jardines. Y cuando digo casas, me refiero a terribles mansiones todas en fila a un lado y otro de la calle, que la fijarme bien, lleva hasta la playa. Veo más coches que gente y caigo en la cuenta. Ese debe ser el típico barrio rico del que muchos hablan pero pocos pueden vivir allí. Nerviosa me pongo a caminar en dirección contraria a la playa, cuando escucho un coche pitarme.
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Northern Lights. [Con Jared Leto]
Roman d'amourMe vine a Los Ángeles hace tan solo dos años. Empecé trabajando en un restaurante ganando unos míseros dólares al mes, todo parecía un agujero, hasta que aquel hombre de familia rica, decidió pasar su vida conmigo. //We were the victims of ourselve...