El rubor cubrió sus mejillas cuando le dije que la llevaría a casa y no pude evitar sonreír como tonto por ese gesto. Le pedí el auto a nuestro manager y el accedió a regañadientes. Salimos del estacionamiento para entrar a la carretera. Tn solo miraba por la ventana y por el reflejo del cristal pude ver su triste mirada.
— ¿Aún te duele el labio? -rompí el silencio, se llevó una mano a ese lugar.
— Ya casi no -forzó una sonrisa.
— Debo haberte dado una mala impresión el día de hoy
— Me salvaste -dijo simplemente.- De primero siempre fue bueno conmigo pero después de un tiempo todo cambio -dejó salir un hipido.
— Ese mal nacido no tiene derecho de tratarte así... -me interrumpió su celular.
— ¿Hola?... ¿¡Que!? ¿Como lo supo?... Está bien, tranquila, tengo algo de dinero, tal vez puedo conseguir una habitación... Si adiós -terminó la llamada y se recostó en el respaldo del asiento con cansancio.
— ¿Está todo bien? -me arriesgué a preguntar.
— Seongmin fue a la casa de una amiga con quien me estoy quedando. Dijo que estaba enfurecido y quería hablar conmigo -mire sus manos que temblaban sin parar.- no sé cómo se enteró... Estaciónate por aquí -hice lo que me pidió.- le dije a Sohee que me quedaría en un hotel para no preocuparla, así que creo que caminaré toda la noche. Gracias de nuevo por ayudarme
Me sentí confundido cuando ella bajo del auto y comenzó a caminar sin rumbo, aun con su banner en la mano. Esta chica ¿De verdad pensaba andarse sola por las calles? Después de unos minutos reaccione, encendí el auto y aceleré para alcanzarla, caminaba muy rápido.
— ¡Oye, detente! No puedo dejar que te vayas así nada más. Andar sola es muy peligroso
— Pero
— Regresa conmigo al auto ¿Si? -se resistió un poco pero después aceptó. Ya adentro ambos nos quedamos callados.
— No quería que nadie me viera llorar -una lágrima se deslizó por su mejilla.-... Estoy muy asustada -confesó.
— Hey tranquila -quite una mano del volante y la pose sobre las suyas.- Estás conmigo y no voy a dejar que nada te pase