Match Perfect [JAEDO/TAETEN]

Capítulo X

Porque debía ser y sentirse así, aunque intentara con todas sus fuerzas, nunca lograba tener el coraje de decirle a Jaehyun todo lo que sentía. Era un chico tan dulce y único, siempre sonriendo, siempre feliz, siempre a su lado, siempre queriéndolo; tenía miedo de perderlo, si él se iba de su lado volvería a la soledad en la que antes estaba sumido y esas feas ganas de querer desaparecer de la tierra se apoderarían nuevamente de él. ¿Y que si desaparecía? A nadie le importaba, ni a su familia, quizás a Ten, pero estaba demasiado ocupado con su novio que quizás sufriría un poco y luego se le pasaría, el único que permanecía en su cabeza era Jaehyun, él era su razón para vivir.

Tomó su celular y tras dejar salir un suave suspiro se dispuso a escribir. "Yoon Oh, ¿puedes venir por mí al trabajo hoy?, te esperaré a las 6 como siempre, ten un lindo día e ilumina al mundo con tu sonrisa". Ya estaba hecho y no podía dar pie atrás, hoy era el todo o nada. A pesar de que llevaba puesto el uniforme de la cafetería se preocupó de llevar en un bolso un cambio de ropa, hoy quería lucir guapo para alguien más.

El día pasó más rápido de lo que Doyoung hubiese querido, la cantidad de clientes que tuvo ese día lo mantuvo muy ocupado que no se dio cuenta cuando ya eran las 17:30 y debía cerrar el local. Para cuando terminó de ordenar y asear todo, Jaehyun ya había llegado y estaba sentado en una de las mesas del exterior de la cafetería; corrió al baño donde rápidamente se desvistió y se puso la ropa que había preparado, tomó la canasta que había dejado sobre el mostrador y salió a su encuentro con el menor.

—Hyung... Tú—

El mayor se sonrojó un poco al notar como Jaehyun lo miraba de pies a cabeza.

—Hola Yoon Oh, te ves muy guapo hoy—

—Hola Doyoung, tú te ves muy lindo igual—Se puso de pie y apartó un mechón de cabello del rostro del contrario.

—Preparé esto, ¿Tienes hambre? Solo tengo un problema y es que no se dé un buen lugar al que podríamos ir. —

—¿De verdad que lo hiciste tú?, waa ahora si se me abrió el apetito. Yo creo que se del lugar perfecto— Tomó su mano y a diferencia de las miles de veces que Doyoung la apartaba y terminaba por darle un golpe en el hombro, ahora tímidamente entrelazo sus dedos y siguió en silencio al menor. —Ten mandó saludos, dijo que lo fueras a visitar—

—Debe estar todo el tiempo con Taeyong, esos dos son muy empalagosos, nada de mi estilo, así que prefiero quedarme en casa. —

—Ni lo digas, soy el mal tercio ahí, tengo que aguantar sus cursilerías, taparme los oídos por la noche, vivir ahí se ha vuelto muy incómodo para mí—

—Si quieres, te puedes venir a quedar conmigo, solo es una idea, pero sino quieres está bien—

—¿De veras Doyounnie? Te lo quería preguntar, pero me daba miedo que me dijeras un no, contigo nada es predecible parece. —

—Así soy yo—

Tras caminar al menos por media hora comenzaron a adentrarse en un colorido bosque. Las flores que caían de los árboles mejoraban en un mil porciento el paisaje, era el lugar ideal para lo que estaba por suceder; Jaehyun le condujo hasta quedar sentados bajo un gran y frondoso árbol, les cubría perfectamente del sol que aún pegaba con fuerza.

—Fuiste muy atento en hacer esto, no me lo esperaba—

—No digas eso, tu siempre eres el que me invita a lugares, el que organiza citas, ya era hora de que también hiciera algo por nosotros, digo por ti, ah...—

Jaehyun soltó una corta risa por lo nervioso que estaba el mayor, "por nosotros" esa corta frase había vuelto ese día en uno perfecto.

—¿Puedo comer algo? —

—Come todo lo que quieras...—

—Todo se ve tan delicioso que no sé por dónde comenzar ¿Alguna idea? —Silencio— ¿Hyung? —

—¿Mh? Lo siento me distraje —

—Haz estado raro hoy, ¿pasa algo? —

Doyoung apartó la canasta y se sentó frente a él, tras unos segundos observándolo se inclinó apoyando su cabeza sobre el hombro del contrario.

—Te odio por hacerme sentir así... ¿Qué se supone que es lo que siento por ti?, tengo miedo Yoon Oh, solo puedo pensar en ti cuando me derrumbo, eres como la luz en mi oscuridad, me duele imaginarme sin ti a mi lado, yo, yo te quiero. Cuando esto empezó, pensé que serías igual al resto, que te aburrirías de mi, porque llevo las cosas lento, porque no te besé en las primeras citas, pero tú, tú seguiste a mi lado siendo siempre el mismo, con la misma alegría que la primera vez que nos conocimos. Estaba resignado a la soledad y ya estaba acostumbrado, sin embargo, ahora ya no quiero volver a ella, no dejes que yo vuelva a ser el de antes. —

—Doyoung... yo —Las palabras realmente eran innecesarias en ese momento, hizo que el mayor levantara la vista y tras acunar su rostro entre sus manos lo besó, no fue lujurioso ni apresurado, solo un suave contacto entre ellos, uno que bastó para que todas las inseguridades de Doyoung desaparecieran y terminara por corresponder el beso.

—Ahora entiendo que es esto, es amor...— Sonrió apenas y se abrazó al cuerpo del menor.

—Ten me había dicho el primer día en que nos reunimos, que fuera paciente contigo, que tú no eras igual al resto de chicos, pero sabes, nunca sentía que esto no iba a ningún lado, siempre me sentí feliz con estar a tu lado aun siendo solo amigos, y si se hubiese quedado así tampoco me hubiera ido de tu lado. —

—Solo hay una cosa que te quiero pedir, aún no oficialicemos esto, quiero disfrutar cada etapa de nuestra relación al máximo—

—Está bien, pero te presentaré como mi novio, no me arriesgaré a que otro valla tras de ti—

—Como digas bobo, Yoon Oh te quiero—

—Doyoung te quiero mucho más—

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Tuvieron que pasar 9 meses para que Doyoung finalmente aceptara sus sentimientos por Jaehyun, claro que cambiaron algunas cosas, pero el genio del chico se mantenía intacto, ahora mucho más desde que Jaehyun se había mudado con él.

—Te dije que dormirías en el sofá ¿Por qué sigues viniendo hasta aquí? Somos novios, no esposos ni nada por el estilo. —

—¿Quieres que muera de frío allá solo? —Abultó los labios a lo que Doyoung no se resistía.

—Solo por esta noche, mañana dormirás allá. —

Todos los días era la misma "pelea", siempre terminaban durmiendo juntos por más que el mayor se negara. Le gustaba despertar y estar rodeado por los brazos de su novio, sintiéndose seguro y querido.