Capítulo II

4.9K 566 169
                                    


A fuera de su habitación se escuchaban los acelerados pasos de Doyoung yendo en todas direcciones, de seguro estaba atrasado para ir al trabajo. Quiso volver a dormir, pero en eso, entró su amigo  con una bandeja en las manos, que posteriormente dejó en la mesita de noche.

Qué bueno que ya estás despierto Ten. Te traje el desayuno, así que cómelo todo y perdóname por no poder ayudarte a empacar ni a mudarte, pero mi amigo Johnny estará aquí dentro de una hora, se amable con él. Y si te molesta solo dime y yo lo asesino, te llamo más tarde, porque ahora voy atrasado; no olvides lo mucho que te quiero Ten y otra vez perdón por no poder ayudar.Dejó un corto beso en su frente antes de salir disparado de la habitación.

Doyoung ni siquiera le había dejado responder, porque ya se había marchado. Le incomodaba la idea de ser ayudado por un extraño, pero su amigo había insistido tanto y sabía que no podía solo. Miró su reloj cuando terminó de desayunar, aún faltaba al menos media hora para que el chico llegara, así que fue por una ducha y se alistó para el largo día que tendría por delante.

Cuando a penas había terminado de vestirse, el timbre comenzó a sonar, corrió hasta la entrada y luego de acomodar un poco su ropa, abrió nervioso la puerta; tras ella encontró a un chico alto que lo sobrepasaba por mucho, le sonreía al punto que sus ojos se cerraban por completo.

¡Hola! Debes ser Ten, yo soy Johnny.

Mh... Si ese soy yo, pasa, termino de cambiarme y podemos comenzar a empacar. Lo dejó solo en la puerta caminando de regreso a su habitación. Johnny quedó sorprendido por unos segundos, la actitud de aquel chico no se parecía nada a lo que Doyoung había descrito. Sin embargo, no le dio muchas vueltas al asunto y lo siguió en silencio, intentando alcanzarlo.

Ten se movía torpe por el lugar tropezando con casi todo, ni siquiera sabía que hacía, tener esos curiosos ojos siguiéndolo para todos lados lo tenía realmente nervioso. Secó su cabello lo mas rápido que pudo, y cuando al fin estuvo listo, sacó las maletas desde el armario.

¿Me puedes ayudar a meter la ropa en las maletas? No es mucha y así terminaremos pronto.Sonrió a penas y esperó a que el más alto aceptara; antes de iniciar a guardar las cosas en las valijas. Tal como Ten predijo, no tardaron mucho, luego llegó el trabajo de llevar las maletas hasta el auto, aunque Johnny fue el que se encargó de dicha tarea, Ten lo siguió en todo momento, aun no confiaba del todo en el.

Sin embargo, descubrió después de un rato que Johnny era muy agradable y divertido, todo el camino fue contándole divertidas anécdotas, que si bien dudaba la veracidad de algunas, eran muy interesantes y graciosas.

Cuando iban a la mitad del recorrido, el más alto se desvió de la ruta y en su lugar, lo llevó a una pizzería.

¿Qué hacemos aquí? Se supone que me ayudarías a mudarme, no a perder el tiempo. — 

Tengo hambre, si quieres venir hazlo, sino quédate aquí. Johnny no iba a seguir el pequeño berrinche que Ten estaba haciendo, después de todo, ya era hora de almuerzo y el chico no le había ofrecido ni siquiera un vaso de agua cuando estuvieron en la casa. Así que, simplemente alzó los hombros en señal de despreocupación y de inmediato se bajó del auto caminando al local. Se acomodó en uno de los puestos y justo cuando estaba llamando al mesero, un amurrado Ten, se sentó frente a él queriendo asesinarlo con la mirada.

No tardaron en comer, y a pesar de que la pizza estuvo deliciosa para ambos, el menor no cambió su expresión molesta en ningún momento, ni siquiera cuando dejó de estarlo.

Match Perfect [JAEDO/TAETEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora